Definición: Ciencia que estudia la forma más adecuada, eficaz y eficiente
de conseguir objetivos.
Le soy sincero, persigo un objetivo con este artículo y es que usted no
salga de su lectura sin una definición de objetivos personal, especifica y
poderosa.
“La administración por objetivos funciona muy bien; el problema es que 95%
de las veces los objetivos no están definidos”, Peter Drucker.
Yo me defino a mí mismo como un objetivólogo. Me he entrenado por años en
aprender a hacer que empresas y personas logren sus objetivos. Claro, después
de haberlos definido, lo que ciertamente toma más tiempo de mi proceso de
Coaching que ninguna otra cosa. Vamos, que me lleva más tiempo ayudar a mis
clientes a definir objetivos que a implantar cambios.
Después de en nuestros compromisos, la segunda cosa en la que más fallamos
los humanos es
en cumplir objetivos, tanto personales como empresariales.
“No siempre establecemos un objetivo para cumplirlo; a veces únicamente
sirve para dirigirnos”, Bruce Lee.
La vida misma nos enseña que, como la famosa canción de Dr. House, “you can
not always get what you want” (no siempre puedes conseguir lo que deseas).
Paul Getty tenía una lista de 148 objetivos, de los cuales llegó a cumplir,
si mal no recuerdo, unos 135 antes de morir.
Desde luego, una defensa psicológica que los humanos usamos con frecuencia
para no sentirnos mal es, o no definir objetivo alguno o ponerlos tan bajos que
es imposible fallar. Recuerdo un participante en uno de mis cursos que ante mi
pregunta acerca de sus objetivos su respuesta fue: “No tengo objetivos, ya
tengo todo lo que deseo de la vida”.
Fiel a mi forma de ser, insistí, insistí e insistí. “Vale, lo entiendo- le
dije- pero, si tuvieses que inventar un objetivo, ¿cuál pondrías? Para efectos
de realizar el ejercicio, únicamente, porque ya sabemos todos que ya has
logrado todo lo que deseas y está muy bien. Te felicito por ello, pero ya que
estás en el curso y pagaste la entrada, sería bueno que realizaras el ejercicio
y para realizarlo es necesario, imprescindible, poner un objetivo aunque sea
inventado”. No hubo manera. No se le ocurría nada que inventar, así que terminé
pidiéndole que lo copiase de uno de sus compañeros. ¿Cree que con eso pudimos
seguir adelante? No, que va. Ni siquiera tuvo el valor de copiar el objetivo.
Pero yo no me rindo, así que le pedí a su compañero que le escribiese un
objetivo que él intuyera más adecuado para esta persona, considerando lo que ya
había conocido de él a lo largo del curso. Lo logré; pudimos seguir con el
curso.
“Otro objetivo cumplido”, pensé. Y es que una de las claves es no rendirse
jamás. Y hay más claves y estrategias y técnicas, siempre adaptadas a las
necesidades específicas de cada persona. Para ser breve, déjeme compartirle
sólo unas cuantas, digamos… unas 4:
Clave 1: Los objetivos deben de ser enunciados
positivamente. Nuestro cerebro se representa internamente todo lo que queremos
hacer antes de hacerlo. Por eso, un objetivo enunciado positivamente es tan
importante. Se dice que está positivamente enunciado cuando dice hacia dónde va
y no dónde no quiere estar. No se dice dejar de fumar, se dice respirar aire
puro y libre de toxinas. No se dice bajar de peso, se dice pesar la cantidad de
Kgs. Con los que usted se siente a gusto. No se dice luchar contra el
desempleo, se dice crear empleo. Todas las luchas contra algo están destinadas
a fracasar. Imagínese no jugando al golf, ¿me explico?
Clave 2: Los objetivos deben de ser precisos y tener
fecha. Nuestro cerebro ama la precisión. Cuando no somos precisos, nuestra
necesidad de precisión es tan alta que alucinamos, es decir, inventamos todo lo
que no está presente. Y las fechas de cumplimiento son solo guías y no pasa
nada si, llegada la fecha, no se alcanza todavía el objetivo. Las fechas sirven
para redefinir estrategias, nada más, pero sin fechas de cumplimiento no hay
objetivo.
Clave 3: Los objetivos bien definidos deben de depender
para su logro únicamente de uno mismo. Si para lograr algo depende que pase
algo fuera de sí mismo o de que alguien haga algo concreto, se trata de su ego
que intenta por todos los medios defender y mantener su historia personal de
fracasos y penas. Esta es una de las 14 trampas del ego para mantener sus
estatus.
Clave 4: Aprenda a distinguir entre Persistencia y
Necedad. Se es persistente cuando se piensa en el objetivo, se es necio cuando
se insiste en el camino. El objetivo es el qué lograr, el camino es el cómo
lograrlo. Los seres humanos caemos en la trampa llamada en sociología “Erosión
de metas”, proceso mediante el cual vamos poco a poco conformándonos con menos
de lo que realmente deseamos, al sentirnos o indignos o incapaces. Es un
proceso retroalimentador, una serpiente que se muerde la cola.
Una manera de demostrar nuestra indignidad (no soy digno de tener más que
los demás) o nuestra incapacidad, es intentarlo una y otra vez con estrategias
que ya han demostrado ser inadecuadas o ineficaces, y así es como nos volvemos
necios, haciendo una y otra vez lo que no funciona pero con lo que estamos
plenamente identificados. Luego, posteriormente, estos fracasos se convierten en
historias personales y en auto juicios (soy malo para…, soy un…, siempre me
pasa lo mismo), y, por supuesto, en culpas a los demás (un partido político,
una persona, una institución).
Hay más claves, pero para empezar son suficientes, creo yo. Y, ya puestos,
creo también que este es buen momento, dado que ha leído hasta aquí, para
ponerse un objetivo para este año. Hágalo pensando en que cualquier cosa es
posible. Recuerde que no es más que un juego, pero hágalo ahora. Deténgase en
este momento y escriba un objetivo, demuestre su compromiso consigo mismo.
¡Perfecto!
Vamos, ¿a quién quiere engañar? Sé que no
lo ha escrito, (según las estadísticas 98% no lo habrían hecho). ¿Qué
pierde si lo hace ahora? Nada, ¿verdad? Pues hágalo ya. Nada hay más importante
en este momento que escribir ese objetivo. No se preocupe, yo seguiré aquí
cuando termine. Lo espero.
¿En verdad cree que puede seguir viviendo sin objetivos? No es broma, si no
lo ha hecho todavía, ¿a qué está jugando? ¿A quién le va a echar la culpa de sus
fracasos si no puede hacer algo tan fácil como escribir un objetivo? Sí, ya sé,
escribirlo no garantiza nada. Por favor, claro que no, es sólo el primer paso,
que si no lo da, no llega, punto. Créame, su inconsciente lo necesita y sabrá qué
hacer con lo que escriba. HÁGALO AHORA.
¿Estoy siendo persistente o estoy siendo necio? Si le transmití
adecuadamente la idea en la clave 4, usted ya sabe la respuesta.
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