viernes, 4 de diciembre de 2009

Pasos 2 y 3 del juego de la creación.

Paso 2.

En este paso decidimos enfocarnos más en un sentimiento que en un objeto. Recuerda que finalmente no estamos aquí para poseer sino para experimentar sensaciones humanas, sentimientos. Poseemos por los sentimientos que esta posesión nos genera.

Un sentimiento maravilloso, conocido por su poder para romper redes neuronales, es la sorpresa. La idea de este segundo paso, y recuerda siempre que es un simple juego que no afectará nuestras vidas para nada, es atraer una sorpresa.

Para ello, simplemente recuerda algún momento de tu pasado en el que recibiste una agradable sorpresa. Una vez que tengas la memoria del evento en cuestión, reproduce todos los detalles visuales del mismo. A quién o quienes veías, en qué lugares, cosas que te rodeaban y colores más presentes e el luar. Trata de recordar la iluminación de la escena y el grade de enfoque.

A continuación, recuerda todo aquello que escuhabas en esemomento de sorpresa, palabras, sonidos, ruidos, murmullos, canciones o música presentes. Identifica entones las sensaciones corporales presentes, latidos, temperatura, postura, tensión muscular, etc.

Al traer la escena al presente de tu mente, es posible que recuperes igualmente la sensación de la sorpresa agradable. Disfrútala.

Lo maravilloso de tu cerebro es que no distingue lo creado mentalmente de lo vivido realmente, por lo que puedes asegurar que en este momento estás en plena sorpresa. Y es entonces cuando puedes agradecer a Dios, al Universo, a la fuente Universal, etc. por la sorpresa recibida y por volver a presentarte algo similar en los próximos días.

Después de dar las gracias, déjalo ir libremente y sigue tu vida. Estate atento a cualquier probable sorpresa agradable, por supuesto. Y para los que todavía están incrédulos, te envío esta foto de una caja roja que me apareció a las tres semanas de empezar el juego.

Sí, ya sé, ya sé... Yo tenía la caja roja antes de iniciarlo, claro. El que no quiere creer... ni viéndome caminar sobre agua.

Paso 3. En el paso 2 nos concentramos en un sentimiento. En este paso nos vamos a concentrar en una habilidad.

Verás, estamos tan inmersos en nuestras limitaciones que ni siquiera concebimos posibilidades de realizar actos más allá de las mismas. Por ejemplo, casi ninguna persona que conozco estará dispuesta a aceptar que la telepatía es posible en sus vidas.

Y sin embargo, la telepatía es una habilidad común a todos los seres humanos que si bien algunos aparecen más predispuestos que otros a experimentarla, todos la hemos vivido en alguna medida. Una llamada telefónica inmediata de justamente la persona que estabamos rememorando, las expresiones de asombro del tipo "¿cómo sabes en qué estoy pensando?", o "me lo quitaste de la boca", o "me leíste la mente", etc.

Para este tercer paso, vamos a tratar de romper algunos paradigmas acerca de la telepatía. Recuerda de nuevo que se trata solamente de un juego, sin relevancia para nuestras vidas, por lo que el único objetivo es divertirse, auto descubrirse y empezar a dominar nuestro proceso de creación. Pero si hasta la fecha no has visualizado ninguna caja roja (Paso 1) o recibido ninguna sorpresa (Paso 2), de todos modos no pasa nada, porque nada iba a cambiar si hubiera sucedido lo opuesto.

Bien, para este paso 3 del juego de la creación necesitamos un socio o socia. Alguien que pueda apoyarnos en este tipo de información. Un socio que se burle de ti, no es lo más adecuado en este momento. Puede ser tu esposa o esposo, amigo o amiga, hijo o hija, etc.

Una vez seleccionado, y por supuesto enterado de lo que vamos a hacer, realizaremos la siguiente meditación (para efectos de redacción, pretenderé estar hablándole a una mujer):

Cierra los ojos y céntrate en ti misma.

Coloca una imagen en movimiento y a colores de su socia.

Salúdala, dile simplemente "hola" o lo que sea que usas normalmente como saludo con ella. Dale un beso o abrazo si esa es la costumbre.

Y ahora comunícale un número que elijas libremente, un color y el título de un libro que hayas disfrutado mucho para que lo recuerde.

Haz que en tu recreación, ambas tengan un momento de intensas carcajadas y disfrute.

Despídete y da gracias por el éxito del experimento.

Perfecto. Ahora que la veas, ponla en antecedentes y pídele que te diga si algún número, color o libro ha acudido a su mente. Y sorpréndete con el resultado. Podrá ser que no ocurra nada a la primera, segunda o hasta en la décima vez, pero de que en algún momento ocurrirá lo hará. Haciendo este tipo de experimentos me he levado verdaderas sorpresas a lo largo de los años.

Y recuerda que es sólo un juego. Pero de manera simple, ten por seguro que estás entrenando una de las más interesantes habilidades que un ser humano puede desarrollar y, quien sabe, con el tiempo tal vez le estemos diciendo adiós a los celulares.