sábado, 25 de julio de 2009

"El poder de las predicciones"

Existe un concepto extraordinario en su manifestación.

Un concepto que, de ser comprendido, dotaríamos nuestra existencia de mucha más tranquilidad y mucho menos estrés.

Ese concepto es único, incomprendido, natural y necesario.

Y digo que es necesario porque realmente lo necesitamos para vivir con un buen nivel de satisfacción.

Y antes de compartir este concepto o idea, o también podría llamárselo habilidad, sólo necesito que esté un poco al corriente de las últimas noticias.

El Banco de México, la Secretaría de Hacienda y creo que además el Banco Mundial, acaban de notificarnos que el índice de decrecimiento económico que tendremos para el segundo semestre del año es de, si mal no recuerdo, aproximadamente 7%. Es decir, nuestra economía, la de México, se encogerá en un 7%, decimales más, decimales menos.

Creo también recordar cifras superiores a esta del 7%. Una de ellas, incluso, llegaba a determinar que nuestro decrecimiento sería del orden del 10%.

Se trata de una medición llamada Producto Interno Bruto, pero yo creo que los brutos son los encargados de medirla y anunciarla. Sobre todo cuando están hablando de futuro y no pasado.

Y este es el concepto al que me refería al inicio de este artículo. Su nombre es el de "Profecías autocumplidas". No deja de maravillarme cómo los seres humanos son capaces de predecir el futuro, cuando predecir el futuro es una ciencia ampliamente rechazada por los científicos tradicionales. Simplemente trate usted de registrar a cualquier pitonisa en una convención de científicos nucleares y la expondrá un rechazo mayor todavía al de una persona que estornuda hoy en día en un vagón del metro de la Ciudad de México en hora punta.

Sin embargo, los economistas oficiales sí pueden leer las manos y al mismo tiempo declararse perfectamente inútiles para evitar su predicción. Es decir, "El PIB se contraerá un 7%" y no hay nada que lo pueda evitar (esto último lo añado yo).

Francamente no me preocupan las predicciones oficiales porque siempre hay que distinguir "la economía" de "mi economía". Mientras que la primera puede estar débil, la segunda no tiene porque ser afectada. Ejemplos hay muchos, créame.

Lo que más me preocupa son dos cosas, a saber:

1. La gran capacidad de los organismos oficiales de reportar datos y su enorme incapacidad para alterarlos o modificar la realidad.


2. Que muchas personas se crean sus predicciones, se asusten, actúen en consecuencia y provoquen aquello que tanto temen, creando el efecto de "Profecía Autocumplida".

Recuerde siempre que usted crea su presenta y su futuro ( y existen personas muy aventuradas que dicen inclusive que usted crea también su pasado). No existe ningún destino tan escrito que no se pueda cambiar y todo es posible si usted cree que puede modificarlo, aunque no sepa cómo.

Por ejemplo, yo no sé cómo generar crecimiento económico, pero estoy totalmente seguro que a pesar de cualquier circunstancia, en cualquier momento se puede generar crecimiento del famoso PIB. Es una cuestión de creatividad e ingenio y no de posibilidad. Porque el pensar "no existe manera de revertir la tendencia" es en sí mismo una "Profecía Autocumplida".

Y lo mismo aplica directamente a los seres humanos.

Verá, nuestro destino es como una de esas pizarras de juguete que están llenas de arena, en las que uno puede escribir con un lápiz y queda marcado en la pizarra. En uno de los laterales tiene una especie de barra interna deslizable que al deslizarla borra todo lo que quedó marcado en la pizarra, quedando esta lista para volver a ser escrita.

Ahora imagínese que alguien escribió "7% de decrecimiento". Usted simplemente todo lo que tiene que hacer es mover la barra lateral y después de borrar el "de" de decrecimiento, le añade un 2 ó un 3 antes del 7% y de esta forma pueda leer lo siguiente:

"37% de crecimiento económico en el segundo semestre del 2009"

Y si una voz interna le dice "Eso es imposible", por favor, en una muestra de justicia y congruencia, use la misma expresión para las predicciones de decrecimiento y mande a volar a cualquier persona o institución que le diga lo que va a pasar con su vida.


Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn