viernes, 4 de diciembre de 2009

Pasos 2 y 3 del juego de la creación.

Paso 2.

En este paso decidimos enfocarnos más en un sentimiento que en un objeto. Recuerda que finalmente no estamos aquí para poseer sino para experimentar sensaciones humanas, sentimientos. Poseemos por los sentimientos que esta posesión nos genera.

Un sentimiento maravilloso, conocido por su poder para romper redes neuronales, es la sorpresa. La idea de este segundo paso, y recuerda siempre que es un simple juego que no afectará nuestras vidas para nada, es atraer una sorpresa.

Para ello, simplemente recuerda algún momento de tu pasado en el que recibiste una agradable sorpresa. Una vez que tengas la memoria del evento en cuestión, reproduce todos los detalles visuales del mismo. A quién o quienes veías, en qué lugares, cosas que te rodeaban y colores más presentes e el luar. Trata de recordar la iluminación de la escena y el grade de enfoque.

A continuación, recuerda todo aquello que escuhabas en esemomento de sorpresa, palabras, sonidos, ruidos, murmullos, canciones o música presentes. Identifica entones las sensaciones corporales presentes, latidos, temperatura, postura, tensión muscular, etc.

Al traer la escena al presente de tu mente, es posible que recuperes igualmente la sensación de la sorpresa agradable. Disfrútala.

Lo maravilloso de tu cerebro es que no distingue lo creado mentalmente de lo vivido realmente, por lo que puedes asegurar que en este momento estás en plena sorpresa. Y es entonces cuando puedes agradecer a Dios, al Universo, a la fuente Universal, etc. por la sorpresa recibida y por volver a presentarte algo similar en los próximos días.

Después de dar las gracias, déjalo ir libremente y sigue tu vida. Estate atento a cualquier probable sorpresa agradable, por supuesto. Y para los que todavía están incrédulos, te envío esta foto de una caja roja que me apareció a las tres semanas de empezar el juego.

Sí, ya sé, ya sé... Yo tenía la caja roja antes de iniciarlo, claro. El que no quiere creer... ni viéndome caminar sobre agua.

Paso 3. En el paso 2 nos concentramos en un sentimiento. En este paso nos vamos a concentrar en una habilidad.

Verás, estamos tan inmersos en nuestras limitaciones que ni siquiera concebimos posibilidades de realizar actos más allá de las mismas. Por ejemplo, casi ninguna persona que conozco estará dispuesta a aceptar que la telepatía es posible en sus vidas.

Y sin embargo, la telepatía es una habilidad común a todos los seres humanos que si bien algunos aparecen más predispuestos que otros a experimentarla, todos la hemos vivido en alguna medida. Una llamada telefónica inmediata de justamente la persona que estabamos rememorando, las expresiones de asombro del tipo "¿cómo sabes en qué estoy pensando?", o "me lo quitaste de la boca", o "me leíste la mente", etc.

Para este tercer paso, vamos a tratar de romper algunos paradigmas acerca de la telepatía. Recuerda de nuevo que se trata solamente de un juego, sin relevancia para nuestras vidas, por lo que el único objetivo es divertirse, auto descubrirse y empezar a dominar nuestro proceso de creación. Pero si hasta la fecha no has visualizado ninguna caja roja (Paso 1) o recibido ninguna sorpresa (Paso 2), de todos modos no pasa nada, porque nada iba a cambiar si hubiera sucedido lo opuesto.

Bien, para este paso 3 del juego de la creación necesitamos un socio o socia. Alguien que pueda apoyarnos en este tipo de información. Un socio que se burle de ti, no es lo más adecuado en este momento. Puede ser tu esposa o esposo, amigo o amiga, hijo o hija, etc.

Una vez seleccionado, y por supuesto enterado de lo que vamos a hacer, realizaremos la siguiente meditación (para efectos de redacción, pretenderé estar hablándole a una mujer):

Cierra los ojos y céntrate en ti misma.

Coloca una imagen en movimiento y a colores de su socia.

Salúdala, dile simplemente "hola" o lo que sea que usas normalmente como saludo con ella. Dale un beso o abrazo si esa es la costumbre.

Y ahora comunícale un número que elijas libremente, un color y el título de un libro que hayas disfrutado mucho para que lo recuerde.

Haz que en tu recreación, ambas tengan un momento de intensas carcajadas y disfrute.

Despídete y da gracias por el éxito del experimento.

Perfecto. Ahora que la veas, ponla en antecedentes y pídele que te diga si algún número, color o libro ha acudido a su mente. Y sorpréndete con el resultado. Podrá ser que no ocurra nada a la primera, segunda o hasta en la décima vez, pero de que en algún momento ocurrirá lo hará. Haciendo este tipo de experimentos me he levado verdaderas sorpresas a lo largo de los años.

Y recuerda que es sólo un juego. Pero de manera simple, ten por seguro que estás entrenando una de las más interesantes habilidades que un ser humano puede desarrollar y, quien sabe, con el tiempo tal vez le estemos diciendo adiós a los celulares.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El juego de la creación.


¿Qué pasaría con nuestras vidas si todo aquello que visualizamos se hiciese realidad en formas insospechadas? ¿Qué pasaría si fuesemos capaces de manifestar o crear en nuestras vidas a través de la visualización?

Sin duda, grandes cosas sucederían, toda vez que fuesemos los amos de la creación. Pero, ¿y si todo iniciase como un juego?

A menudo, lo que más nos impide utilizar nuestro poder de manifestación o creación a voluntad es el estar en situaciones de verdadera angustia, como necesitar desesperadamente dinero o salud, por ejemplo. En estas situaciones de desesperación, nos es casi imposible apartar nuestra vista de los problemas, con lo que los reforzamos y los hacemos más presentes en nuestras vidas.

Esta es una prouesta de juego, probablemente el más divertido que cualquier persona puede jugar. Un juego en el que no trataremos de cambiar nada de nuestras vidas, sino simplemente divertirnos y... sorprendernos.

Se llama el juego de la creación e invitamos a todos nuestros suscriptores a participar en él.

Las reglas.

Colocaremos en nuestras mentes algún objeto verdaderamente irrelevante para nuestras vidas y estaremos atentos a cómo aparece este objeto tal cual lo pensamos con todo el nivel de detalle posible.No algo parecido, sino el objeto en particular.
Recordaremos constantemente en que es un "juego" y que nuestras vidas van a seguir exactamente iguales ya sea que identifiquemos la manifestación del objeto o no.
Esta regla voluntaria es la clave de toda esta experiencia. En cuanto hayamos experimentado la manifestación del objeto en nuestras vidas (recuerda que puede ser de cualquier forma, foto, revista, espectacular en la calle, regalo, etc) compartiremos nuestra historia con la comunidad Neuromanagement en el blog. ¿Para qué? Pues para inspirar y seguir esparciendo esperanza.

Y la primera manifestación es... una caja roja. Vamos a manifestar una caja roja en nuestras vidas, dándole tú los detalles que desees, por ejemplo, con un moño de un determinado color o de una forma caprichosa, o lo que sea que se te ocurra. Y luego, cuéntanos qué sucedió. Te vas a llevar sorpresas extraordinarias, te lo aseguro.

Lo importante es recordar que nada de nuestras vidas va a cambiar, ya sea que experimentemos la manifestación o no. ES SÓLO UN JUEGO.


Entonces, el primer paso es UNA CAJA ROJA.

A lo largo del juego, en las siguientes semanas, ire revelando ciertos secretos de la manifestación que la harán mucho más fácil. Nos vemos en el blog...


martes, 25 de agosto de 2009

"Las dos caras de la moneda"

Hace muchos años, muchos, alguien utilizó la frase anterior para explicar lo que estaba viviendo en ese momento.

Todo tiene dos caras, una positiva y agradable y otra no tanto. Pero la moneda es la misma.

Pensemos en la frase siguiente: "Todo lo que pidas te será concedido".

En ciertas ocasiones es importante que nos acordemos de esta frase para sabernos poseedores de un gran poder. No pasa un día sin que encuentre pruebas contundentes de que esto es cierto. Todo lo que pedimos nos es concedido. Quizás no de manera inmediata pero de una forma u otra, lo que pedimos termina irremediablemente llegando a nuestras vidas.

Con evidencia indiscutible, para mi, por supuesto, tenemos que poner nuestra atención en el qué y olvidarnos del "cómo". Efectivamente, los "cómos" son el dominio del Universo y no nuestro. Si no, no ocurrirían los milagros y sí ocurren.

Piensa en lo que quieres y cómo llegará a tu vida es irrelevante porque no es tu dominio. Nuestra lógica dominante y nuestro pensamiento actual han creado un mundo en el que los milagros no pasan y el peor error que cualquiera puede cometer es ponerse una meta, un deseo, una intención y empezar a pensar en el cómo puede llegar a nuestra vida.

De manera inevitable, lo que deseamos no encaja lógicamente de ninguna manera en nuestra vida y termina irremediablemente muriendo en el baúl de los sueños.

Hasta que descubras que vives en un mundo de infinitas posibilidades, te sugiero te enfoques únicamente en lo que quieres y te olvides radicalmente del cómo va a llegar a tu vida.

¿Nunca has oído hablar a algún amigo de cómo le llegó a su vida una oportunidad increíble? Y, ¿no te has preguntado en ese instante por qué a los demás les pasan cosas tan afortunadas y a ti no?

Esas personas están enfocadas en lo que desean y no se preocupan en cómo les va a llegar. Tal vez no sean tan inteligentes como tú y la lógica no les funciona tan bien como a ti. Y ese es el secreto. Se ponen metas absurdas, ilógicas, fantasiosas, fuera de toda proporción. Ni siquiera hacen el esfuerzo que tú consideras que deberían haber hecho para merecer o ganar esa fortuna.

Podría mencionarte ejemplo tras ejemplo de casos específicos de esto que te comento, pero no tiene caso porque seguramente tú tienes los tuyos.

Y funciona 10 de cada 10 veces. Todo lo que pides te será concedido.

Y aquí entran las dos caras de la moneda. Si pudieras escucharme notarías que esta frase última la puedo expresar de varias maneras sin cambiar una sola palabra.

A veces, cuando alguien me pregunta acerca de cómo funciona el mundo porque en ese momento se encuentra algo frustrado o deprimido o desmotivado porque no le salen las cosas, les puedo decir con convencimiento, pasión, fe y esperanza en mi voz: "No te preocupes, todo lo que pidas te será concedido. Así funciona el Universo".

En ese instante con frecuencia puedo notar caras de alivio y esperanza ante mis palabras de ánimo y es así porque creo en lo que digo con cada célula de mi cuerpo y esto se transmite sin duda en el tono de voz.

En otras ocasiones, ante las palabras, actos y pensamientos que observo en otras personas, me dan ganas de decirles "Cuidado, todo lo que pides te será concedido. Así funciona el Universo".

Y es en estas ocasiones cuando más caras de incredulidad recibo, porque no nos damos cuenta de que estamos elaborando nuestra mala fortuna.

¿Existe la suerte? Yo creo que sí y no tengo duda. La suerte es aquella buena experiencia o situación que se da en nuestras vidas cuando nos enfocamos únicamente en lo que deseamos, nos mantenemos enfocados con cierta persistencia en ello y nos olvidamos totalmente en cómo se va a dar. Nos olvidamos de que somos muy inteligentes, pues, y dejamos que el Universo haga su trabajo.

Piensa en ello.

Francisco Cáceres Senn


Wordle: Untitled

martes, 11 de agosto de 2009

El poder del ahora





Voy a revelarte algo de una complejidad mínima y sin

embargo...

Sin embargo, pocos son los que
lo captan en su plenitud.

En algún momento
creí que era imposible de captar para la mente del ser
humano, algo así como la idea del Infinito. Trabajamos
matemáticamente con ella pero no comprendemos su esencia.

Y ciertamente, pocas personas pueden entender o comprender
esta idea que quiero compartir.

Para
entenderla o transmitirla mejor, tal vez es adecuado
recordar una historia del Padre Anthony de Melo.


"<<¿Por qué acudiste con el Maestro?>>

<<Por que mi vida no iba a ninguna parte ni me daba nada>>

<<Y, ¿a dónde vas a hora en tu vida?>>

<<A ningún lado>>

<<Y, ¿qué te da ahora tu vida?>>

<<Absolutamente nada>>

<<Y entonces, ¿qué ha cambiado?>>

<<Ahora no voy a ningún lado porque ya sé que no hay ningún
lado al que ir; y la vida no me da nada, porque no tiene
absolutamente nada que darme>>"

Y eso es experimentar el poder del ahora.

Tal vez no sea fácil de entender, pero piensa en esto: no
existe el futuro ni el pasado, solamente el presente. Esta
idea es más que lógica y sin embargo nuestra mente está
pensando y viviendo constantemente del pasado y de las
angustias del futuro.

Quiero que hagas
algo en este instante. Pregúntate si acaso en este momento
estás respirando. ¿Lo estás? Puede parecer una pregunta
tonta, pero es importante que la contestes.


Porque al contestarla, estás poniendo de lleno tu atención y
pensamiento en el momento presente, aquí y ahora. Y eso,
créeme, da poder.

¿Estás respirando?


Date cuenta de como tus pensamientos se van en este momento
a un solo instante y acto: tu respiración.


Esto es meditar: concentrar nuestra atención en el aquí y en
el ahora. En el punto en donde no hay ningún lugar al que ir
ni nada que recibir.

Y ahora, en este
momento, quiero que hagas algo más. Date cuenta de que en
este instante todo es perfecto. No existe crisis, ni
angustias ni hambre ni dolor ni sueño ni dudas. Y que la
vida es solo una continuación de "ahoras" perfectos.

¿Estás respirando?

Una cosa más. Agradece
que todo es perfecto en este momento en que te tocaba leer
estas palabras.

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn



sábado, 25 de julio de 2009

"El poder de las predicciones"

Existe un concepto extraordinario en su manifestación.

Un concepto que, de ser comprendido, dotaríamos nuestra existencia de mucha más tranquilidad y mucho menos estrés.

Ese concepto es único, incomprendido, natural y necesario.

Y digo que es necesario porque realmente lo necesitamos para vivir con un buen nivel de satisfacción.

Y antes de compartir este concepto o idea, o también podría llamárselo habilidad, sólo necesito que esté un poco al corriente de las últimas noticias.

El Banco de México, la Secretaría de Hacienda y creo que además el Banco Mundial, acaban de notificarnos que el índice de decrecimiento económico que tendremos para el segundo semestre del año es de, si mal no recuerdo, aproximadamente 7%. Es decir, nuestra economía, la de México, se encogerá en un 7%, decimales más, decimales menos.

Creo también recordar cifras superiores a esta del 7%. Una de ellas, incluso, llegaba a determinar que nuestro decrecimiento sería del orden del 10%.

Se trata de una medición llamada Producto Interno Bruto, pero yo creo que los brutos son los encargados de medirla y anunciarla. Sobre todo cuando están hablando de futuro y no pasado.

Y este es el concepto al que me refería al inicio de este artículo. Su nombre es el de "Profecías autocumplidas". No deja de maravillarme cómo los seres humanos son capaces de predecir el futuro, cuando predecir el futuro es una ciencia ampliamente rechazada por los científicos tradicionales. Simplemente trate usted de registrar a cualquier pitonisa en una convención de científicos nucleares y la expondrá un rechazo mayor todavía al de una persona que estornuda hoy en día en un vagón del metro de la Ciudad de México en hora punta.

Sin embargo, los economistas oficiales sí pueden leer las manos y al mismo tiempo declararse perfectamente inútiles para evitar su predicción. Es decir, "El PIB se contraerá un 7%" y no hay nada que lo pueda evitar (esto último lo añado yo).

Francamente no me preocupan las predicciones oficiales porque siempre hay que distinguir "la economía" de "mi economía". Mientras que la primera puede estar débil, la segunda no tiene porque ser afectada. Ejemplos hay muchos, créame.

Lo que más me preocupa son dos cosas, a saber:

1. La gran capacidad de los organismos oficiales de reportar datos y su enorme incapacidad para alterarlos o modificar la realidad.


2. Que muchas personas se crean sus predicciones, se asusten, actúen en consecuencia y provoquen aquello que tanto temen, creando el efecto de "Profecía Autocumplida".

Recuerde siempre que usted crea su presenta y su futuro ( y existen personas muy aventuradas que dicen inclusive que usted crea también su pasado). No existe ningún destino tan escrito que no se pueda cambiar y todo es posible si usted cree que puede modificarlo, aunque no sepa cómo.

Por ejemplo, yo no sé cómo generar crecimiento económico, pero estoy totalmente seguro que a pesar de cualquier circunstancia, en cualquier momento se puede generar crecimiento del famoso PIB. Es una cuestión de creatividad e ingenio y no de posibilidad. Porque el pensar "no existe manera de revertir la tendencia" es en sí mismo una "Profecía Autocumplida".

Y lo mismo aplica directamente a los seres humanos.

Verá, nuestro destino es como una de esas pizarras de juguete que están llenas de arena, en las que uno puede escribir con un lápiz y queda marcado en la pizarra. En uno de los laterales tiene una especie de barra interna deslizable que al deslizarla borra todo lo que quedó marcado en la pizarra, quedando esta lista para volver a ser escrita.

Ahora imagínese que alguien escribió "7% de decrecimiento". Usted simplemente todo lo que tiene que hacer es mover la barra lateral y después de borrar el "de" de decrecimiento, le añade un 2 ó un 3 antes del 7% y de esta forma pueda leer lo siguiente:

"37% de crecimiento económico en el segundo semestre del 2009"

Y si una voz interna le dice "Eso es imposible", por favor, en una muestra de justicia y congruencia, use la misma expresión para las predicciones de decrecimiento y mande a volar a cualquier persona o institución que le diga lo que va a pasar con su vida.


Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

martes, 9 de junio de 2009

La diferencia entre saber algo y llevarlo en el corazón.

No es lo mismo. Parece, pero no lo es.

Ya los antiguos hacían una diferencia entre saber algo y “conocerlo”. De hecho, la palabra conocer tiene un significado muy particular en la Biblia y no es precisamente el de aumentar el acervo de conocimientos.

Y aunque yo sea el que está escribiendo estas palabras en este momento, seguramente voy a describir una experiencia compartida sino con muchos, sí con más de uno: la de “conocer” algo a nivel profundo, más allá de las palabras.

Las palabras son un muy mal mecanismo de comunicación profundo y preciso. Con frecuencia requieren de muchos parches y aclaraciones para entender lo que finalmente querían expresar. Pero el que no tenga uno palabras para expresar algo no significa que no lo conozca profundamente.

De hecho, las cosas más profundas de la vida son ciertamente inexpresables.

El punto es que con cierta frecuencia me sucede, y esta es la experiencia compartida, que me embarga un sentimiento acerca de la certidumbre o la comprensión de cierta idea que ya llevaba en mi mente por cierto tiempo.

Y es que acabo de tener este tipo de “aha” con una idea, pero antes de decirle cuál, déjeme contarle una historia.

En la última ocasión en que mi familia y yo fuimos a esquiar, mi esposa me animó con cierta vehemencia a intentar algo nuevo: subir hasta la cumbre de la montaña, en dónde ya no existen pistas marcadas ni personal de ayuda. En estos parajes estás bajo tu propio riesgo y nadie se hace responsable más que tú de lo que te pueda ocurrir. Por supuesto, los que operan la montaña te avisan que este terreno sólo es apto para expertos.

Yo no soy un experto. No me avergüenzo de aceptar que me la pasé posponiendo la dichosa subida a la cumbre lo más que pude. Hasta que fue inevitable la subida en cuestión.

Esa mañana nos dirigimos muy entusiastas hacia nuestra aventura (y no era precisamente entusiasmo lo que yo sentía). Íbamos mi esposa, mi hijo Alex y yo. Un camión de esos que andan en la nieve nos iba a llevar hasta la ansiada cumbre. Yo ya había preguntado al conductor que si me podía regresar con él, en caso de dar marcha atrás a mi temeraria aventura, a lo que contestó que por supuesto que sí. Esto hizo nacer el entusiasmo en mi.

Más tranquilo, nos subimos realmente encantados al camioncito. Ahora sí era una aventura, de esas que no tienen riesgo. Finalmente, si no me gustaba, me regresaba y ya. Iba a tener que soportar las burlas de mi esposa y de Alex, pero eso no amenazaba mi vida.

En verdad la subida en el camión fue algo extraordinario, excitante a más no poder. Los paisajes que se iban revelando ante nuestros ojos eran de una belleza imposible de transmitir a otros que no la estuvieran viendo. Yo quería contar la magnificencia de la naturaleza que estábamos disfrutando, pero sabía que nadie que no hubiera estado conmigo, podría ser capaz de entender de lo que hablaba.

Saqué la cámara del bolsillo y al hacer la primera toma me di cuenta de que ese método también resultaba insuficiente para compartir mi asombro.

Continuamos subiendo hasta la cumbre, nerviosos y expectantes ante la idea soberbia de estar a solas con la montaña. Recuerdo haber pensado en una frase que escuché en una película: “Sólo sabes de que eres capaz y quien eres cuando te enfrentas a Dios en el desierto, en la montaña o atravesando los océanos”. Al fin que yo ya sabía como regresar, de la misma forma que estaba subiendo, en tractor. Y conforme más subía, mas determinado estaba de continuar sentado.

Había ido mejorando como esquiador progresivamente, desde la primera vez que lo hice, pero a estas alturas me sentía muy cómodo esquiando en las pistas de dificultad intermedia. Realmente cómodo y no deseaba abandonar esa comodidad. Sin duda, bajar desde la cumbre por terrenos o pistas desconocidas o salvajemente naturales era equivalente a cambiar un cómodo colchón nuevo por una cama de clavos.

Pero, maldito sea el principio de prueba social. Verá, créame que no peco de valiente ni temerario. El caso es que no estábamos solos en el camión. Y, ¿qué?, preguntará usted y con toda la razón. Pues nada, que al bajarse todos yo no pude hacer más que seguirles en su comportamiento e imitar lo mejor que podía lo que estaban haciendo (el mono hace lo que el mono ve). Ellos se bajaron así que yo también lo hice sin pensar. Cuando me di cuenta ya estaba en el frio suelo de la cumbre de la montaña, ciertamente extasiado de lo impresionante del paisaje.

Como es obvio suponer, en lo más alto de la montaña, hace más frío que en la base y creo que fue esos lo que me congeló la lengua, pues me quedé mudo viendo como el tractor se alejaba de nosotros, iniciando el descenso sin mí, dejándome a los designios de la diosa fortuna. Tenía que calmar el latido de mi corazón antes de que este causara una avalancha, pues estaba seguro que era tan fuerte que todos los demás lo podían escuchar.

El punto es que ahora ya no tenía otra forma de bajar más que esquiando (o en camilla). Me encomendé a Dios y decidí que ante lo inevitable, lo mejor era relajarme y gozarlo. ¿El fin de la historia? Grité, maldije, me quejé de mi suerte y me cai varias veces, todas en blandito. Pero lo hice y llegué sano y salvo a la base. El mismo que había subido hora y media antes estaba de regreso y cantando en la base.

Un momento, ¿dije el mismo? Ni por causalidad era ya el mismo, porque me había atrevido a salir de mi zona de confort. Ese mismo día volví a subir a la punta de la montaña y en ocasiones posteriores he subido cada vez que he tenido oportunidad. En una de ellas me perdí por más de una hora en el bosque por tomar el camino equivocado, pero esa es otra lección

¿Cuál puede ser la moraleja de mi historia? Verá, yo creo que esta moraleja no representa nada nuevo o que no haya escuchado antes, pero recordándola es que me llegó mi momento de comprensión profunda.
Entendí sin un asomo de duda que necesito arriesgar para seguir creciendo, que necesito salir de mi zona de confort para evolucionar al siguiente nivel de mi existencia. No importa qué tan sensacional resulta lo que está viviendo en este momento, lo mejor está todavía por descubrirse, si es que se atreve a arriesgar.

Los paisajes más bellos y la esquiada más extraordinaria la experimenté en esa subida, lo que me hace pensar que el riesgo sólo puede llevarte a un lugar mejor, mucho mejor.

Si ya está en crisis, de ninguna manera es momento de portarse conservadoramente. Es el momento preciso de arriesgar.

Busque sentirse incómodo en lo que sea, porque esa incomodidad solo puede llevarle a la aventura más grande de su vida: usted.

Siéntase cómodo sintiéndose incómodo.

“Quien no arriesga, no gana”, dicho anónimo popular.

Piense en ello,

Francisco Cáceres Senn

miércoles, 13 de mayo de 2009

Un gran reto a nuestras creencias

Una era ha terminado en estos días.


Tal vez no seamos capaces de precisar exactamente el moento en que esta era terminó. Lo que sí sabemos es que nada será ya igual.


Y la nueva era en la que ya entramos requiere que tomemos decisiones firmes y precisas.


Decisiones, sí pero, ¿acerca de qué?


Verás. Podemos amarrarnos a nuestro trabajo con miedo a perderlo, o tal vez posponer esas compras o inversiones que teníamos tanto tiempo planeando, esperando un momento mejor.


O salir de casa unicamente para lo indispensable, con miedo a contraer cualquier clase de enfermedad invisible pero mortal.


Mi experiencia es que no existe mejor momento que ahora, porque el mañana no existe. Y, si es verdad que yo construyo mi existencia hasta en los más mínimos detalles, si con todo mi corazón creo en ello, tal vez sea momento de vivirlo con mayor intensidad de lo que nunca lo hice antes.


Porque ahora es el momento...


La decisión que tal vez tenga que tomar es empezar a creer en mi y aceptar mi respnsabilidad de cambiarme yo para cambiar el mundo que me rodea.


La crisis y los virus son absolutamente reales en la vida de muchas personas, sin duda. Pero de lo que estoy absolutamente seguro es que ninguna crisis ni nigún virus puede hacerle el menor daño a alguien que conoce su poder personal y lo usa para construir el mundo que desea vivir.


Céntrate en tu poder personal y ten por seguro que absolutamente nada puede pasarte que tú no autorices. No lo hagas.


Tu misión de construir el mundo de tus sueños está hoy más vigente y viva que nunca. Toma todo tu corazón y todo tu enfoque y ponlo en tus metas y crecimiento personal y estarás a salvo de cuaquier amenaza que los fanáticos puedan inventar. Porque mientras más sigas poniendo tu atención y tus miedos en lo que no deseas, más real lo haces en tu mundo.


"Todos los recursos que una persona necesita para realizar un cambio, se encuentran ya dentro de él o ella". Primera presuposición de la PNL, Richard Bandler, 1974.


Recuerda recordar no olvidar que tú tienes el poder.


Piensa en ello.

Francisco Cáceres Senn

miércoles, 29 de abril de 2009

"El virus más peligroso del mundo: VEM"

El virus porcino es la última y más reciente amenaza a nuestra salud, a nivel mundial y desde luego local, aquí en México. Y sin duda, es causa de pánico internacional.

Repentinamente, personas de todos los niveles sociales, económicos o culturales, ven amenazada su existencia y salud.

Y, sin embargo, existen virus todavía más dañinos y mortales para el ser humano que el porcino. Antes de saber cuales son quisiera hacerle algunas reflexiones...

Por peligroso que sea un virus o una bacteria, es bueno recordar que forman parte del mecanismo que los humanos usan para reforzar o fortalecer su sistema inmunológico y de defensa. Así ha sido por los últimos 7 millones de años, asumiendo que ese es el tiempo que el humano tiene en el planeta tierra.

De la misma forma, en la vida en general, son los retos y amenazas los que nos hacen más fuertes. Son, finalmente, los mecanismos a través de los cuales construimos y usamos nuestras más grandes fortalezas.

Sin pretender negar a los creyentes la necesidad de tomar medidas de precaución recomendadas y sin tampoco reducir la percepción de peligrosidad de esta situación, si me es interesante darme cuenta de que súbitamente, la mayoría de los seres humanos está descubriendo algo que ya sabíamos desde que nacemos: que somos mortales.

En mi muy personal punto de vista, no somos más mortales ahora con esta amenaza de epidemia que lo que éramos hace uno o dos meses. De hecho, pienso que las probabilidades de morir son exactamente las mismas que siempre han sido: en cualquier momento.

Y sin tampoco tratar de ser optimista de manera simple, me es evidente que esta amenaza pasará de forma inevitable y que en algunos días tendremos noticias de cómo fuimos salvados por las extraordinarias medidas de control que tomaron los políticos y gobernantes, quienes demostraron una vez más que somos la más alta preocupación de sus vidas. Nuevos héroes nacionales se darán a conocer en los próximos días, ya verá.

Y sin embargo, cuando todo esto haya pasado y sea parte de la historia y estadística, todavía seguiremos siendo víctimas del virus más mortal y peligroso que existe: el VEM (Virus de Escasez Mental) y su cepa mutada más reciente la NTCSMV (No Tengo Control Sobre Mi Vida).

Este insidioso y resistente virus tiene la cualidad de no tener sintomas aparentes y se disfraza de normalidad con mucha facilidad. Es contagiosísimo y puede transmitirse de cualquier manera, aunque no haya contacto ni estemos en presencia de la persona previamente infectada.

Es el único virus del mundo que se puede inclusive transmitir en cualquier medio escrito o por mensaje de correo electrónico, ya no se diga en medios auditivos, a los que ciertas personas parecen ser más susceptibles o sensibles todavía. Y, sin embargo, el medio más eficaz y reciente parece ser el que involucra video y grandes y coloridas gráficas.

Se ha encontrado que uno de los efectos de la enfermedad es que en casos no poco frecuentes, por cierto, las personas infectadas llegan al extremo de defender su enfermedad contra cualquier vacuna o remedio que se les enseñe. En un caso atípico, se vuelven resitentes al remedio y no a la enfermedad.

Es un virus peligroso y dañino, sin duda. Tanto que existen personas que se auto denominan como curadas y siguen estando infectadas hasta la médula del mal y, aún sin proponérselo continuan expandiendo el virus entre amigos y familiares.

En lo único que parece compartir con sus hermanos virales es que los grupos de riesgo están entre niños y adultos mayores. Los primeros porque son muy fácilmente contagiables, los segundos porque demuestran una resistencia extraordinaria para la erradicación del mal. Aunque es justo decir que ambas condiciones se pueden encontrar a cualquier edad.

Según los biólogos, nos está claro si se les puede considerar como organismos vivos o no vivos, pero lo que sí queda claro es que los infectados están claramente del lado de los zombies.

Y, repito, cuando todo este asunto de la Gripe Porcina haya terminado el NTCSMV seguirá campando por sus raudales sin que nada ni nadie le haga frente.

En mi concepto este último es un virus mucha más peligroso, por cuanto que su principal fortaleza reside en que no es fácilmente identificable y no existen medidas preventivas, tales como el uso de máscaras o el lavado frecuente de manos o el no permanecer en concentraciones masivas de personas. Adicionalmente, las fuentes de contagio son innumerables y están en cualquier lugar, visible o invisible.

Pero sí existen medicinas, y muy efectivas. Y una vacuna, por cierto. La vacuna se llama AUTOCONOCIMIENTO, porque cualquier persona que se conoce a sí misma, sabe que el NTCSMV es un virus mental y que es más falso que un billete de 3 dólares (o de 15 pesos, para los efectos).

La medicina más eficaz es la INFORMACIÓN CORRECTA y se obtiene de fuentes tan a la mano como libros, seminarios, conferencias. Aunque también la vida entera está plagada de fuentes de información. Sólo basta con observar detenidamente un amanecer para darse cuenta del mundo tan grandiosamente bello y perfecto en el que vivimos. O dedicarle simplemente varios minutos al día a apreciar las extraordinarias cualidades exclusivas de su pareja o hijos.

O simplemente, ser capaz de encontrar algo valioso que agradecerle a la vida en este momento. ¿Puede encontrar algo así como esto último en este instante? Perfecto, porque está camino de la inmunidad.

El NTCSMV (No Tengo Control Sobre mi Vida) se ha visto reforzado en los últimos tiempos con el bombardeo de información al que estamos sometidos y cuya idea fundamental es hacernos creer que no tenemos control sobre nuestras finanzas (crisis mundial) ni sobre nuestra salud (Virus Porcino) y que otras personas o situaciones externas vendrán, si Dios quiere, a nuestro rescate. De otra forma, no tenemos remedio.

Sin embargo, una pequeña dosis de la medicina mencionada o de la vacuna en cuestión, nos llevará directamente al desarrollo de la inmunidad total, conocida como EPEM (El Poder Está en Mí).

Vacúnese en su centro de salud más cercano. El 15 de mayo llevaremos a cabo una campaña masiva de vacunación e información en un evento llamado Diseñanado su Destino, en el hotel Suites del Angel, en el DF. Más información en esta liga http://neuromanagement.net/semi1.htm .

Mientras tanto, no deje de tomar las precauciones necesarias para la Gripe Porcina, y tampoco se olvide de desarrollar el EPEM. Una vez desarrollado, empezará a contagiar a las demás personas y será un contagio que le agradecerán toda su vida.

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

miércoles, 15 de abril de 2009

Por qué a veces saboteamos nuestro éxito

"A ver, espera un momento... ¿Saboteamos nuestro éxito? Querrás decir que alguien más nos comete sabotaje, nos impide crecer, pero ¿yo?". Tal vea se haga usted estas preguntas en este momento y lo comprendo, porque yo también pensaba automáticamente así en el pasado.

La idea que quisiera contarle es acerca de un concepto muy importante a tomar en cuenta en todo lo que nos sucede en nuestra vida y que explicará a muchas personas porqué les pasa lo que les pasa. Y tiene que ver con nuestro inconsciente (sí, ahí va de nuevo esa palabreja).

Pero antes de contarle este concepto que cambiará su vida para siempre, déjeme compartirle una historia. Una historia de alguien como yo o como usted, como cualquiera de hecho.

Juan es un hombre de unos cuarenta años, más o menos, divorciado y con un negocio que ya tiene varios años tratando de levantar pero parece que la cosa nunca terminará de arrancar.

En cierto modo se puede decir que es un individuo auto motivado, pues se mantiene luchando al decirse a sí mismo incesantemente que si sigue intentándolo, finalmente lo va a lograr.

A veces se desespera y piensa que nada en el mundo tiene sentido, en otras ocasiones se siente que va en el camino y que todo es cuestión de tiempo.

Sin embargo, con el tiempo, se puede decir que son más las dudas que las certidumbres en su vida y esto lo coloca frecuentemente en estados emocionales de desánimo y mal estar, lo que lo lleva a seguir teniendo dificultades como producto de estos estados emocionales.

Juan tiene mucha información al respecto. Ha estudiado muchos programas, leído muchos libros y escuchado muchas conferencias acerca de auto ayuda, hipnosis, desarrollo personal, etc., y sabe que necesita sentirse positivo para que las cosas funcionen como el quiere. Pero no puede, o no le ve ya el caso.

Ciertamente las cosas han mejorado gradualmente con los años, pero sigue experimentando básicamente los mismos problemas y cuando parece que ya todo se va a componer, algo sucede que lo regresa a su triste realidad.

Juan sabe mucho, sí, pero no se da cuenta de que tiene un poderoso enemigo trabajando para que viva el tipo de vida que está viviendo, y trabajando desde su interior.

Y de hecho, en realidad no es un enemigo, pues sólo está haciendo lo que considera más adecuado para nuestra vida, psicológicamente hablando, claro está.

Como no podemos llamarlo ni amigo ni enemigo, lo llamaremos factor. Y este factor ha estado trabajando silenciosamente en nuestro interior por años. Sin Juan saberlo, se ha ido alimentando de las energías más poderosas de nuestra vida, de las enseñanzas de nuestros padres, maestros o personas de importancia de nuestra vida.

Este factor esta íntimamente aliado con nuestro inconsciente para compensar nuestra existencia y alinearla en relación a sí mismo. Nuestra vida no puede violar las reglas de este factor y, si lo pensamos con cuidado, toda ella está diseñada en torno al dichoso factor.

En algunas personas, el factor los ha llevado a cometer actos de grandeza enorme, aunque al final les haya costado hasta la vida misma. En otras, las personas afectadas por un exceso en el factor, no han podido más que hacer o diseñar una vida miserable.

Lo paradójico es que una cierta dosis de este factor es ciertamente sana, mientras sepamos la fuente o el origen del mismo y esté controlado o colocado en el marco correcto.

Y como le comentaba al principio, este factor explica total y convincentemente por qué nos pasa lo que nos pasa o por qué hacemos lo que hacemos. Y lo más complicado es, según mi experiencia, aceptar su existencia. Encuentro que la mayoría de las personas tienen severos problemas para descubrir su existencia, pero cuando lo logran la experiencia es próxima a la iluminación, por cuanto nos libera y hace sentir casi en el éxtasis.

Cuando nos damos cuenta de que este factor ha estado trabajando sobre premisas absolutamente falsas, realmente nos sentimos liberados y es cuando podemos alcanzar plenamente nuestro potencial como seres humanos.

Y este factor, pues, es un programa inculcado profundamente en nuestro inconsciente para trabajar siempre, a cualquier hora y en cualquier condición. Su nombre (finalmente) es "la culpa".

La culpa ha sido implantada firmemente en nuestro sistema nervioso como un mecanismo para generar conductas adecuadas o correctas. Cuando hacemos algo mal nos sentimos culpables. Y toda culpa sólo se elimina cuando hemos pagado el precio de nuestros actos.

Juan no lo sabe, pero el se siente culpable por muchas cosas. Tantas que ni siquiera las recuerda. Pero podría ser simplemente "el daño por el que pasaron sus hijos durante el divorcio", o "todo ese tiempo en que no le dirigió la palabra a sus padres" o "todas aquellas cosas que hicieron enojar a los demás o les han causado vidas miserables", "por mi culpa".

En muchos casos, son otras personas las que lo han convencido de que por su culpa, su vida es mucho peor. En otras, ni siquiera hizo falta que alguien se lo hiciese notar pues el solo se dio cuenta, desatando de manera automática el mecanismo de compensación llamado "culpa", hábilmente instalado en su interior.

¿Cómo funciona la culpa? Muy fácil. Una vez implantada, las cosas funcionan así: primero cometemos el acto en cuestión que causó un grave problema a alguien importante para nosotros; después sentimos la necesidad de reparar el daño, pero por alguna circunstancia ya no podemos. A continuación, nuestro inconsciente se encargará de compensar nuestra vida para que toda ella sea un pago por nuestro exceso, haciendo que nuestro negocio fracase, haciendo que nos despidan del trabajo, que la persona que amamos nos desprecie, lo que sea.

A nivel consciente yo no quería que nada malo me pasase pero a nivel inconsciente me ocurre exactamente todo lo que me merezco. Inclusive, me puedo convertir literalmente en un adicto al castigo, de una culpa que jamás podrá ser curada.

La culpa es el Karma occidental. Pero, ¿se puede vivir sin culpa?

La respuesta es sí, se debe vivir sin culpa y se debe vivir con responsabilidad.

Estos son 3 pasos para vivir sin culpa y aceptar plenamente nuestras responsabilidades:

Paso 1: Si existen aspectos que no prosperan en su vida a pesar de todos sus intentos, descubra si tal vez, esto está pasando porque está tratando de pagar una culpa impagable.

Paso 2: Recuerde ser responsable en lugar de culpable, pero sobre todo pensando en el presente y no en el pasado. Recuerde ser responsable de:

No desearle jamás mal a nadie.
Únicamente desearles amor, paz y prosperidad ilimitada a los demás.
Responder con habilidad a los retos que la vida nos lanza como respuesta a nuestras solicitudes.
Elegir sus estados emocionales.
Sentirse la mayor parte del tiempo y fundamentalmente bien.
Su destino.

Paso 3: piense que si usted es responsable de la totalidad de su vida, entonces los demás son responsables de la totalidad de la suya, ¿cierto? Nuestros actos y palabras no tienen significado per se, sino el que nosotros y los demás le dan. Ciertamente a veces cometemos actos que, tal como los demás tienen establecidas sus vidas, les causan daño. A veces son intencionales, cierto, y a veces no. Y cuando sí lo son, haga todo lo posible por reparar el daño. Esa es nuestra responsabilidad. Y se encontrará con muchas personas que buscaron inconscientemente que usted les infligiera ese daño, posiblemente para pagar una culpa interna. En esos momentos, ¿realmente sirve de algo sentirse culpable por el resto de su vida?

No importa qué tanto sepamos del éxito, la Ley de la Atracción, etc., si estamos inconscientemente pagando una culpa, nada funcionará. Este es el concepto que se encuentra detrás de la Reingeniería Personal y es por eso que nuestro Master en RP ha sido tan eficaz y va a lo profundo de nuestro ser.

Descubre tus culpas, dales un amoroso recibimiento en tu vida y acto seguido, despídete de ellas sabiendo que tu camino al éxito ya no tiene obstáculos.

Y si no eres capaz de descubrirlas y desenmascararlas, por el amor de Dios, no te sientas culpable.
 

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

viernes, 13 de marzo de 2009

La herramienta más poderosa del mundo.

 Sí, existe una herramienta tan extraordinariamente poderosa que cualquier invento humano palidece ante su poder.

 
Una herramienta que con su solo uso, podría modificar nuestra vida para siempre y de manera inevitable.
 
¿Qué puede ser tan poderoso? Me alegro que pregunte.
 
Pero antes de explicarlo, déjeme compartir con usted algo que aprendí en mis veinte años de consultor de empresas.
 
Tuve dos grandes maestros en este campo: Alexander Proudfoot, a quién nunca conocí personalmente pero de quien recibí mucha información, y Philip Crosby, con quien si tuve la oportunidad de convivir, trabajar juntos y aprender de manera directa su filosofía.
 
Recuerdo una anécdota con este último, Philip, en un famoso hotel de la Ciudad de México, en un congreso de Reingeniería en el que ambos eramos expositores. 
 
Philip había desarrollado y creado el concepto de "cero defectos" largamente incomprendido por la mayoría de las personas que trataron de aplicar su modelo de calidad. Con frecuencia, "cero defectos" era confundido con perfección, con lo que rápidamente caía en la categoría de lo imposible.

 
Nada más lejos de esa interpretación, "cero defectos" significaba sencillamente que el producto o servicio cubría el 100% de los requerimientos que pudiera tener un cliente. Y eso lo convertía en un producto o servicio "cero defectos". Philip afirmaba que inclusive, esta actitud de "cero defectos" ya era natural en nuestras expectativas en cualquier experiencia como seres humanos y que únicamente teníamos que aplicarla al trabajo o a lo laboral, dónde parecía que nos olvidábamos con demasiada frecuencia de ella.
 
A lo largo de mis veinte años de consultor comprobé una y otra vez que su percepción era más que cierta. Aplicamos unos estándares para la vida y otros para el trabajo.
 
Bueno, el punto es que estábamos sentados juntos a la espera de escuchar al que en ese momento era el Director General de AC Nielsen, una empresa multinacional que realiza, entre otras cosas, investigaciones de mercado.
 
Philip llevaba audífonos de traducción simultánea pues no entendía prácticamente nada de español. Philip, educado y atento, escuchaba interesado la exposición del mencionado personaje. Este hombre hablaba de los nuevos modelos de trabajo, los nuevos paradigmas, ya que los viejos no eran ya útiles para alcanzar el éxito en las nuevas circunstancias del mundo empresarial y económico.
 
Parece que esta conferencia estaba siendo dada el año pasado, ¿cierto? Sin embargo todo esto tuvo lugar en 1991, hace "solamente" 18 años.
 
Lo anecdótico fue que en medio de su plática, el Director de Nielsen mencionó para la sorpresa de Philip, quien había intervenido justo antes, que el concepto "cero defectos" estaba totalmente obsoleto. Philip, saltando en su asiento, se volteó a verme asombrado y me preguntó: "¿Qué fue lo que dijo? ¿Entendí bien?" Creo que por un momento pensó que había sido un error de la traductora, incapaz de creer que el error era del Director General. "Vamos, ¿no sabe que yo estoy aquí?". Asombrado también, le confirmé que lo que había escuchado había sido mencionado tal cual por el expositor.
 
Media hora antes, un experto reconocido mundialmente en calidad había hablado específicamente del concepto "cero defectos" como una actitud imprescindible para la generación de productos y servicios de calidad y en ese momento, ante unas 800 personas, otro experto reconocido en su ramo decía exactamente lo opuesto. Era evidente que no existía ninguna mala voluntad del Director General de Nielsen sino que simplemente no había preparado la conferencia considerando a los demás expositores y no tenía ni idea de lo que significaba el concepto de "cero defectos".
 
El caso es que Philip, por quien siempre sentí enorme admiración, decía que todas las empresas, tanto de manufactura o de servicios, que el conocía, desperdiciaban entre el 35% y el 50% de sus recursos en lo que el llamaba el "precio del incumplimiento", es decir, lo que cuesta no hacer las cosas bien a la primera o no cumplir con el 100% de los requisitos de los clientes ("cero defectos" de nuevo).
 
Mi otro maestro, Proudfoot, sostenía que la mayoría de las empresas estaba fuera de control y desperdiciaban por lo menos la mitad de sus recursos en improductividad y tiempos muertos, como el llamaba a estas áreas de oportunidad.
 
Y yo personalmente comprobé esto directamente a través de mi experiencia propia como consultor en cada empresa a quien tuve el honor de asesorar. Pero no solamente lo encontré en las empresas, también lo encontré en cada ser humano que conozco.
 
Desperdiciamos la mitad de nuestros recursos. Compramos cantidades enormes de cosas innecesarias o duplicadas o incorrectas. Ropa que nunca llegamos a ponernos o nos pusimos una sola vez. Cuatro o cinco perfumes diferentes que se hacen añejos antes de terminarlos, cuando uno solo de ellos es nuestro preferido. Y así con cantidad de ejemplos.
 
El punto es que en estos momentos es cuando podemos hacer una revisión de todo aquello en que gastamos dinero y descubriremos que si nos quedamos con la mitad de lo que usualmente solíamos comprar o usamos mejor lo que compramos, podemos sortear fácilmente cualquier periodo de recesión.
 
Analice cómo usa su dinero y su tiempo, los más grandes recursos de cualquier ser humano, y descubrirá que los desperdicia por lo menos en un 50%. Y no hablo de racionar, sino de usar mejor y cuidar el desperdicio. Y esto requiere ciertas dosis de auto honestidad.
 
Así que es tiempo de ser productivos y... de algo más.
 
¿Recuerda la herramienta más poderosa del mundo? Pues bien, también es momento de usarla. Y esa herramienta se llama TOMAR DECISIONES.
 
Sí, así de sencillo. ¿Ha oído hablar de Rosa Parks? Rosa era una mujer afro-americana que en 1955 fue ordenada por el conductor del autobús en el que se trasnportaba a ceder su asiento a una persona de color blanco, cosa obligatoria para los negros de la época. Rosa tomó la decisión de que ya era suficiente de abusos y se negó absolutamente a moverse. Aunque ya existían antecedentes previos de otras dos mujeres que se habían negado a moverse en años anteriores, la reacción de Rosa, su decisión, aun a costa de cárcel y multas por desobedecimiento, provocó y se convirtió en el Boicot al Autobús de Montgomery y en todo un símbolo de la resistencia civil.
 
Su decisión cambió el destino de la lucha de los derechos humanos en Estados Unidos y en el mundo. Rosa comprendía el enorme poder de tomar una decisión, aun a costa de su propia vida.
 
Y ese poder, esa herramienta, está disponible para cada uno de nosotros 24 horas al día y es gratuita. Y es la más poderosa del mundo. Una decisión cambiará su vida inevitablemente para siempre. Y me atrevo a pensar que usted ya sabe qué es lo que tiene que decidir. Todos lo sabemos, pero por una causa u otra, hemos estado posponiendo las decisiones más importantes de nuestra vida.
 
Nunca es tarde y siempre es el momento. Comience a crear su propio destino de grandeza tomando una decisión ahora y nada volverá a ser igual.
 
Piense en ello.
 
Francisco Cáceres Senn
 
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El programa de audio El poder de las Decisiones lo ayudará a entender este supremo poder y a tomar las decisiones más importantes de su vida en este momento. Y su precio de lanzamiento, $90.00 pesos, sólo estará disponible hasta el 17de Marzo del 2009. Visite http://www.neuromanagement.net/tienda/decisiones.htm y ordene su programa en este momento. Decida y actúe y le prometo que realizará cambios que lo llevarán a un destino nuevo y extraordinario, utilizando un poder que siempre ha estado dentro de usted. Acuda a  y realice su compra antes del 17 de marzo.
 
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martes, 3 de marzo de 2009

"Y ¿dónde está la solución.?"

Hay veces que nos lo han dicho casi hasta el cansancio.

 

Y se nos continua olvidando.

 

Es como educar a un niño. ¿Cuántas veces se necesita repetirle algo para que se lo aprenda? Inclusive algo tan simple como "El pantalón se lleva en la cintura, no a la mitad de los glúteos".

 

Y es como si no oyera, ¿cierto?

 

Y la historia no acaba en la adolescencia. Como al niño o joven, a los adultos les tenemos que repetir las cosas unos cientos de veces, o las que sea necesario. Hay que repetirlas con amor y cariño, sin reproche, pero repetirlas al fin.

 

Tantas veces como sean necesarios hasta que las creemos ciertas y es entonces cuando empiezan a manifestarse en nuestras vidas. Me refiero a asuntos tan triviales como la prosperidad.

No importa cuantas veces escuchemos que la prosperidad está por dentro de nosotros, que venga Gandhi y nos diga una y otra vez "Sé el cambio que quieres ver en el mundo". Que Paulo Cohelo se desgañite gritándonos al oído que El Alquimista es el que está dentro de ti. Y Anthony Robbins confrontándonos con la realidad de que tenemos que Despertar al Gigante Interior

Y nada.

Escucho a Ronda en su extraordinario audio del libro El Secreto diciendo que engordar no es producto de lo que comemos sino de nuestros pensamientos. Como todo lo demás que rodea nuestras vidas.

Y no es que no lo comprendamos, sino que simplemente llevamos demasiado tiempo viviendo en esta trampa ilusión de que las cosas suceden sin nuestra intervención.

Y lo más importante es que no te puedo demostrar que así es, porque no es demostrable. Sólo puedes llegar a vivirlo si crees en ello.

¿La idea? Tú construyes tu mundo con tu atención. Aquello que recibe tu atención se convierte en tu experiencia cotidiana. En el libro "Y tú, ¿qué &%$# sabes?" el Dr. Andrew Newberg nos dice que probablemente nunca podamos darnos cuenta de que realmente vivimos en una experiencia holográfica, dado que somos parte de la experiencia en sí.

Pero a lo mejor, desde tu interior, una vocecita aún pequeña pero existente, te dice de alguna forma que todo esto es cierto, que nosotros creamos nuestra realidad. Sí, esta realidad de crisis económica ha sido creada en tu vida por ti. Aunque sientas al recibir información del exterior que todo esto te está pasando, lo cierto es que no es así. Tú lo estás haciendo pasar.

Así que este es el momento de empezar, o continuar si es el caso, de trabajar en ti. Modifica tu interior o no habrá manera alguna de que escapes de la trampa en la que estás metido.

Como dice Wallace Wattles en su fenomenal libro "La ciencia de hacerse rico", "Si quieres vivir la experiencia que te comparto en este libro, mantente recibiendo y en contacto con este mismo tipo de información y aléjate de cualquier información que te diga lo contrario de lo expresado en este libro".

Y Wallace sabe muy bien por qué lo dice.

Tal vez sea momento de otra frase también famosa:
"Buscad primero el reino de Dios y su justicia y el resto se os dará por añadidura" Mt, 6: 33.

No te dejes llevar de las apariencias. La única realidad que existe es que puedes cambiar tu mundo y cualquier cosa que represente lo contrario a esta idea es apariencia, no verdad.

Pon esta semilla en tu corazón y estarás cosechando mucho más de lo que en este momento puedes imaginar. Y si sientes que de alguna forma todo esto que te cuento tiene sentido más allá de las apariencias, vas por el camino correcto. Sigue el dictado de tu corazón que te dice que la respuesta está más cerca de lo que parece y la hallarás sin duda.

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

viernes, 13 de febrero de 2009

Las verdaderas prioridades de la vida.

¿Usted tiene bien definidas sus prioridades en la vida?

Estupendo (si contestó que sí). Por otro lado, ¿se porta en función de esas prioridades?

Porque son dos cosas diferentes. Una es tener las prioridades, lo que más importa, bien definido. La otra, muy diferente, es portarse de acuerdo a estas prioridades.

Conozco muchos casos, intimamente, en los que la familia o la salud, por ejemplo, a pesar de ser muy importantes para algunas personas, inevitablemente se encontraban en sus conductas por debajo del trabajo. Es decir, el trabajo los absorbe de tal forma que aquello que valoran se va dejando, y dejando, y dejando... hasta que el daño ya es difícil de reparar.

Algo similar pasa con el dinero y las relaciones. Por cultura, las relaciones siempre serán más valiosas que el dinero, pero nuestra conducta con frecuencia muestra exactamente lo opuesto. A veces, el daño a ciertas relaciones valiosas resulta irreparable. Otras personas, sin embargo, miden el valor de la relación en base al dinero y se sienten amados o queridos cuando el dinero está de por medio.

El punto es que no importa realmente qué va primero, porque al final de nuestros días lo sabremos sin ninguna duda. En un libro sensacionalmente humano llamado "Martes con Morries" que cuenta las últimas conversaciones en vida de una persona con una enfermedad mortal degenerativa, Morries, y uno de sus alumnos, comenta Morries que en el lecho de muerte nunca había escuchado a nadie decir "cómo quisiera dos horas más para trabajar". Lo más frecuente sería escuchar a alguien decir "cómo quisiera tener dos horas más para estar con..." Y ponga usted en los puntos suspensivos a quien usted quiera.

Si ya sabemos qué es más importante, ¿por qué con tanta frecuencia violamos nuestro código de prioridades?

La respuesta está en nuestra creencias y paradigmas. Verá, muchas personas no terminan de creerse que no tienen que elegir entre esto o lo otro, entre el dinero y la relación, o entre la salud y el dinero ("Sé que me afecta, pero necesito el dinero").

Estamos tan hipnotizados con relación a intercambiar o sacrificar una cosa por la otra, que no nos damos cuenta que no tenemos que sacrificar nada en nuestras vidas y que podemos tenerlo absolutamente todo. 

Mi maestro Harv Eker me ha enseñado que si pensamos con mentalidad de millonario llegaremos a conciliar todas estas cosas que aparentemente son opuestas o contradictorias, porque, en su concepto, millonario no es el que solamente tiene dinero, sino el que disfruta de prosperidad simultanea en todas aquellas cosas que valora. 

¿Cuales son las características de la mentalidad de millonario? Se las cuento a continuación y tome nota, si es que le pueden servir de algo:

1. Los millonarios creen firmemente en que ellos son los responsables de todo lo que les ocurre en la vida y de todo lo que desean que les ocurra. Simplemente creen que ellos son los responsables de hacer que las cosas pasen en todos los aspectos de la vida. 

No esperan que la vida les mande buenas amistades: las cultivan. No esperan por buenas oportunidades económicas: las propician. Tal vez no sea sencillo, pero todo comienza con sentirse responsable y dejar de echar culpas.

2. Los millonarios buscan conscientemente ganar y dar a ganar en todos los aspectos valiosos de sus vidas. Los que no tienen mentalidad de millonarios buscan no perder. Y esta sutil diferencia es fundamental. Porque cada vez que usted busca no perder, está provocando exactamente eso: perder más.

Como regla general, establezca metas u objetivos amplios, que incluyan varias de sus prioridades o valores, y que busquen siempre ganar y no perder. Piense en cómo ganar un millón de dólares y no en "cómo no perder lo que ya tiene en estos momentos de crisis".

3. Los millonarios se comprometen con todo aquello que desean, ya sea dinero o una relación. Están dispuestos a pagar el precio que se tenga que pagar. Los pobres mentales, negocian con el precio y tratan de comprar ofertas siempre. No conozco una gran obra de la humanidad en la que el enfoque haya estado en el costo. por el contrario, todos los recursos y enfoque se dirigieron siempre al resultado, cueste lo que cueste.

Y el compromiso no es posible si usted no sabe con claridad cristalina lo que realmente quiere. Trabaje en definir lo. No espere saberlo desde la primera vez que se pregunte "¿qué es lo que realmente quiero de la vida? Algunos sí lo saben, otros no y tardan algo más, pero es irrelevante la diferencia de tiempo. Lo importante es empezar a preguntárselo hasta que se tenga una respuesta de corazón.

4. Los millonarios piensan en grande, los pobres mentales en pequeño. Los millonarios no quieren simplemente tener una pareja, sino la pareja de su vida, su alma gemela. No quieren un poco de dinero, lo quieren en exceso. No quieren un buen trabajo, sino el mejor trabajo del mundo. No quieren adquirir una buena posición en la empresa en la que trabajan; quieren ser presidentes del consejo. Si quiere una mejor posición, cámbiese de silla.

5. Los millonarios son siempre mayores que sus problemas. Ser millonario en cualquier aspecto de la vida será seguramente más parecido a una aventura a lo desconocido llena de obstáculos que un paseo por un jardín botánico con temperatura controlada. No estoy siendo negativo sino preciso.

Pero cuando vienen los problemas, los miloonarios crecen y se hacen más grandes que estos, para alcanzar con sus metas infaliblemente.

6. Los millonarios se enfocan en las oportunidades, mientras que los pobres mentales se enfocan en los problemas. Y si ya conoce cómo funciona la Ley de la Atracción, aquello en lo que se enfoque consistentemente será aquello que atraiga con más facilidad.

Enfóquese en la recompensa, no en el riesgo. Mantenga la recompensa siempre en su mente y vencerá cualquier obstáculo.

Otro maestro mio, Anthony Robbins, solía decirnos que "Estar quebrado, cualquiera lo puede estar. Es una condición de estar vivos que algún día puede pasar y no una sino varias veces y siempre es temporal. Pero ser pobre no tiene remedio, pues es una cuestión de actitud y tiende a ser permanente".

Y de ninguna manera se refería unicamente al dinero, sino a cualquier cosa que es importante para nosotros en la vida.

Y ahora que ya sabe que lo puede tener todo, lo invito a que no se conforme con nada menos que eso viva su lista de prioridades a plenitud.

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

La moral y las finanzas

Existe la creencia de que las fiananzas personales, o el dinero, tienen que ver con algo así como ser noble o tener una moral a prueba de todo. Aunque algunas personas piensan exacatemnte lo contrario