lunes, 1 de diciembre de 2014

Educando a Rita en seguridad

Cuando me hacen muchas veces la misma pregunta me parece más efectivo contestarla  través de un artículo. Por dos motivos: porque es de interés general y porque me extiendo más que en un mensaje de correo electrónico.

Rita, una suscriptora muy querida y de ya tiempo de estar en contacto con nosotros me pregunta que cómo sentirse segura tanto en los sentimental como en los demás aspectos de la vida.

Y por supuesto que tengo respuesta a la inquietud planteada. Una o varias respuestas, iguales de eficaces, que deseo compartir con toda seguridad en este momento. Pero antes de contestar a Rita y a cualquier otro que se haga la misma pregunta, déjame compartirte una pequeña historia
que me contó Richard Bandler, el cocreador de la PNL. 

En una ocasión, un cliente de Richard le preguntó que cómo podía ser ayudado a eliminar la inseguridad, dado que esta persona, el cliente, se definía a sí mismo como una persona muy insegura.

Richard le dijo, "Así que eres una persona muy insegura", e inmediatamente el cliente asintió moviendo la cabeza con vehemencia. "¿Nunca has sentido seguridad en el pasado?", preguntó Richard. El cliente contestó afirmativamente, "No, nunca. Que yo recuerde, jamás me he sentido seguro en nada". 

"Perdona que te insista, pero ¿estás seguro que nunca te has sentido seguro antes?", volvió a inquirir Richard. El cliente, algo sorprendido por las preguntas contestó, "Completamente seguro. No tengo duda al respecto".

"Bien, entonces supongo que ya estás curado".

Y una de las respuestas que quiero compartir es que el primer problema es que sí estamos seguros de algo. Estamos seguros de que somos inseguros. Lo expresamos con tanta seguridad, con tanto convencimiento, que no nos queda ninguna duda: somos inseguros. Y el que me diga lo contrario es que no me conoce.

Lo que me lleva a los 4,5 paradigmas de la inseguridad en la vida.

Paradigma de inseguridad Nº 1: Sentirse inseguro no es malo y lo primero de lo que hay que sentirse inseguro es de nuestra inseguridad. No estés tan seguro o segura de que eres una persona insegura. Aprende a dudar de tus definiciones personales acerca de ti mismo o misma, sobre todo si son negativas. Escucha bien esto, todo el mundo duda en algún momento acerca de su propia valía.

Piensa en algo de lo que sí estás seguro/a, sin duda, por ejemplo, mis padres me quieren (si es el caso) o que dos más dos son cuatro (en matemática Euclidiana, claro) o la semana tiene siete días (en la tierra, al menos). Cualquier cosa es válida y suficiente para experimentar seguridad. Ahora, estudia la seguridad, las sensaciones internas, el ritmo respiratorio de cuando estás seguro/a, la postura corporal, tu imagen en un espejo. Cuanto mas estudies seguridad más la experimentarás.

Paradigma de inseguridad Nº 2: nadie sabe qué es sentirse seguro. Piénsalo, ¿cómo sabes que alguien se siente seguro?¿Por su tono de voz, su postura, sus ademanes? Mira, los políticos de cualquier formación, sobre todo los más faltos de escrúpulos, al momento que prometen reflejan una seguridad total y, con toda seguridad, fallarán en darte lo prometido. Porque sea lo que sea que tú deseas existe uno y solo un responsable de conseguirlo, y eres tú.

Así que no te compares con nadie ni midas tu seguridad en comparación con la de los demás, porque estas seguridades aparentes son subjetivas en su totalidad. De eso estoy seguro.

Paradigma de inseguridad Nº 3: no todo sale bien la primera vez que lo intentamos. De hecho, nada sale bien a la primera. Si fallar fuera síntoma o muestra de inseguridad o razón para sentirnos inseguros, nada se hubiera inventado en este mundo y la palabra progreso no existiría en el diccionario.

Sí claro, Colón sabía que descubriría América y Newton sabía que, en algún momento, una manzana le caería en la cabeza. Ellos si eran personas seguras.

Paradigma de inseguridad Nº 4: no hay personas inseguras ni personas seguras. Las personas somos lo que somos, pura potencialidad. Las situaciones, las creencias, las ideas, las interpretaciones, todo eso puede o no residir en la seguridad, que no en la verdad. En todo caso, todas las personas tienen dudas. La diferencia está en que algunas se mueven hacia adelante a pesar de las dudas y otras no. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué unas personas se mueven y otras no?

No tengo ni idea, pero miedo y dudas todos sienten. A mi me sirve hacerme preguntas tales como "Y si todo se pierde y sale mal, ¿qué? Pues volveremos a empezar..." o "Si supiera como hacerlo con toda certidumbre, ¿qué haría primero?" o "A lo mejor esto me sale mal pero ¿qué tendría de bueno si saliese mal en todo caso?".

Paradigma de inseguridad Nº 4,5: nada exterior puede darnos seguridad, al menos no una permanente, solo temporal y ficticia. La seguridad está en tu interior. Yo también me sentiría inseguro de poner todas mis esperanzas en algo externo, de hacer residir mi seguridad en otro lado que no sea yo mismo. Si buscas que alguna conquista o logros o posesión te permita experimentar seguridad, ese es el camino directo a la inseguridad.

¿No me crees? está bine, lo entiendo. Esas personas con el coche de lujo se ven muy seguras, ¿verdad? Pues no, estaban seguras de sí mismas para llegar a tener el coche, o lo que sea. ¿Cuántas veces ha perdido Donald Trump su fortuna? Muchas, pero tiene la seguridad de volver a recuperarla y eso es lo que cuenta. ¿Sigues sin creerme? De acuerdo, te doy unos minutos para que encuentres algo externo que da seguridad y que sea permanente, que nunca caduque o se vaya de nuestra vida. Vamos, busca, yo espero sin problema.

¿Ya de vuelta? No encontraste nada, ¿cierto? Cada vez que esperas que algo externo te proporcione felicidad, seguridad, tranquilidad, etc., inevitablemente te sentirás infeliz, inseguro e intranquilo, porque todo lo externo es temporal y perecedero. Rompe con la costumbre de buscar afuera.

Con seguridad sé que ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz, y también estoy seguro que el que yo lo diga no es ni será suficiente para todos, pero a lo mejor sí para uno, uno solo. 

En resumen, la seguridad reside en tres aptitudes personales. La primera, saber lo que uno realmente quiere o decidirlo al menos ; la segunda, hacerse las preguntas correctas y, la tercera, controlar nuestras emociones creando hábitos de seguridad, haciendo de la seguridad una costumbre, sin importar lo que pase afuera.

Estoy seguro.

Francisco

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