Cuando estudiaba PNL una de las frases de Richard Bandler que más me llamó la atención fue que crearon la PNL para ayudar a los seres humanos en aquello que mas desean: el cambio personal.
Esto fue allá por 1974 y, 37 años después sigue siendo una realidad cotidiana. Sin embargo, al igual que en 1974 (y muchos años atrás también) las personas seguimos entendiendo el cambio de manera absolutamente incorrecta.
Y es por ello que la mayoría de nuestros esfuerzos de cambio están destinados desde el origen al fracaso. Pero no tiene que ser así. No si entendemos cómo lograr un cambio radical en nuestra conducta, radical y permanente.
¿Que qué es lo que seguimos malentendiendo acerca del cambio? Hace bien en preguntar.
Y la respuesta
no es precisamente acerca del cambio en sí, sino acerca de dónde o qué cambiar. Verá, la mayoría de los seres humanos quieren cambiar algo de su ambiente o entorno, en sus vidas, pero insistentemente buscan ese cambio en el lugar incorrecto. Lo buscan en las circunstancias cuando el único cambio posible es en su interior.
Me explico con más detalle. Desde hace ya decenas de años, sabemos que somos el resultado de decisiones tomadas por el inconsciente. Y también sabemos que el inconsciente toma decisiones basadas en "programas". ¿Qué es un programa? Sencillo. Es una asociación establecida entre un estímulo y una respuesta supuestamente adecuada a dicho estímulo. Una vez que el programa está establecido ya no es cuestionado y opera de manera automática. Por ejemplo, la reacción emocional ante una palabra específica como "enano".
Conozco personalmente individuos que ante la expresión "poco hombre" son capaces de realizar casi cualquier conducta, inclusive conductas temerarias y arriesgadas en extremo. Ilógicas sin duda, pero claro, se trata de una reacción no pensada e inevitable. Recuerdo uno que se tiró desde un juego extremo en un parque acuático "a más de 100 Kms por hora" para resultar con la espalda severamente quemada.
El problema es que más del 95% de nuestras decisiones son inconscientes y basadas en programas que nosotros mismos no creamos conscientemente, es decir, a sabiendas de lo que estábamos haciendo.
Uno de los descubrimientos más grandes de los últimos 100 años es el de que podemos cambiar conscientemente los programas que rigen el funcionamiento de nuestra mente.
"El descubrimiento más grande de nuestra era es el de que podemos alterar nuestro entorno alterando nuestros pensamientos", William James.
Podemos alterar nuestro programas, sin duda. Yo soy un ejemplo vivo, pero además las decenas de personas que aprenden hipnosis, re-programación mental, control mental, etc. lo son también.
He visto decenas de ejemplos de personas que han alterado su entorno después de cambiar sus programas pero no conozco a ninguna que viva experiencias de vida diferentes sin un cambio personal. Es más, esa es precisamente la definición de locura, pretender que algo cambie sin que uno mismo cambie.
Y sin embargo todo lo que hablamos, hacemos y sentimos muestra que estamos esperando que algo exterior cambie para que cambie nuestra vida. Un mejor gobierno, una mejor economía, una mejor pareja, un mejor trabajo. No es común escuchar expresiones como "un mejor carácter, ser más positivo, aprender a controlarme, etc. que son realmente la clave del cambio, el cambio del "yo".
Mis palabras tal vez no puedan ser comprendidas en su totalidad por cuanto son únicamente palabras, no experiencias, pero le puedo asegurar que con que una sola vez en su vida que viva la experiencia de cambiar algo en sus programas internos, en su interior y experimentar casi de inmediato que su exterior cambia, que sus resultados son diferentes y mejores, entenderá dos cosas fundamentalmente: 1) que cambiar es posible y 2) que el poder de transformar su vida ha estados siempre y está en su interior.
Piense en ello,
Francisco Cáceres Senn
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