martes, 21 de diciembre de 2010

Los mejores años de nuestra vida



Estamos tan inmersos en nuestras realidades particulares que nos olvidamos de que pertenecemos a una raza y nuestro progreso a escala cósmica a nivel individual es puramente anecdótico. Lo que realmente cuenta en el Universo es qué tan lejos estamos llegando como raza humana.
Vivimos la ilusión de la separación del resto del cosmos como si fuera realidad. Pero estamos intensamente unidos; más que esos, somos uno. Y nuestro elevar de conciencia está intrínsecamente ligado a este reconocimiento, a este sentir, a esta experiencia, la de conexión con el todo.
Desafortunadamente, la mayoría de la humanidad se encuentra todavía muy lejos de vivir esta experiencia. Sin embargo, puede parecer lento pero vamos mejorando. Esta es una recopilación de buenas noticias de los últimos 10 años. Tal vez nos sirvan para entender que no importa qué tan grande sea nuestro problema, tiene solución.
Lo cierto es que la última década, con todo y crisis económica, parece ser en estadísticas la mejor década de la humanidad. Y sé que convencer a cualquier persona
de que esos años han sido extraordinarios es una tarea casi imposible, dada nuestra predisposición a recordar lo malo por encima de lo bueno.
Y lo entiendo. Empecemos con el 9/11, la crisis de ENRON, el huracán Katrina, Tsunamis, terremotos devastadores y la mayor crisis económica de la historia de la humanidad. Y sin embargo, la experiencia para una mayoría de los más de 6 mil millones de habitantes de este planeta ha sido sustancialmente positiva.
Considerando todos los problemas juntos de la humanidad, los primeros 10 años de este siglo fueron los más destacados y prósperos, pues fueron una década en la que más personas vivieron mejor, más largo, más pacíficamente y más prósperos que nunca antes.
En 1990 casi la mitad de la población mundial vivía con menos de $1 dólar al día. Para 2007 esta proporción había bajado hasta el 28% y aún con todo y crisis del 2008, la proporción va a ser todavía más baja a finales del 2010.
El ingreso promedio por persona en el mundo es ya de $10,600 USD por año, más de un 25% de incremento desde el año 2000. Cerca de 1,300 millones de personas viven ya con más de $10 USD diarios, lo que demuestra el continuo incremento de la clase media. Este impacto es mayor inclusive en regiones extremadamente subdesarrollados como África Sub-sahariana, por ejemplo.
Todavía cerca de 1,000 millones de personas se van a dormir desesperadamente hambrientas cada día, pero la continua caída del precio de los cereales desde 1970 a la fecha así como un crecimiento en su producción del doble del crecimiento de la humanidad, nos hacen pensar que esta situación está rápidamente cambiando. Cientos de millones de personas hoy en día comen más y mejor que hace 10 años.

También estamos ganando la batalla contra las enfermedades infecciosas. La pandemia de la gripe porcina solo representó, según la OMS, unas 18,000 víctimas en su totalidad. Nada comparado con cifras de un pasado no demasiado lejos, dónde miles de personas perdían la vida con lo que hoy en día llamaríamos una simple gripe.

Los números no mienten. Desde 1999 hasta la fecha, el número de niños muertos por enfermedades infecciosas ha descendido en más del 60%, gracias desde luego a la vacunación sistemática.
Incluso en los países de alta incidencia de HIV, las tendencias muestran un claro, aunque débil todavía, aumento en la expectativa de vida para los infectados. Incluso en el cáncer, en el que los tratamientos todavía cobran más vidas que la enfermedad, por primera vez en decenas de años, existe una tendencia a la baja en el índice de mortalidad.
La abrumadora realidad mundial es de una mejor salud: del 2000 al 2008 la mortalidad infantil ha descendido un 17% y la persona promedio vive hoy dos años más que en 1999.
Podemos agradecer sin duda a mejoras en la educación a nivel mundial, lo que ha jugado un papel esencial en los países de menor ingreso. Más de cuatro quintas partes de la población mundial ya sabe leer y escribir decentemente, incluidos dos terceras partes de los africanos. La proporción de jóvenes con ingreso a la Universidad ha subido de una quinta parte a más la cuarta parte de la humanidad, de nuevo del 2000 a la fecha.
Y este progreso en educación ha sido particularmente más rápido para las mujeres, una clara muestra del progreso en igualdad de género. Y aunque nadie diría que la lucha por la igualdad ha terminado, las mejoras son impactantes. Por ejemplo, el número de mujeres parlamentarias en el mundo creció de un 11% en 1997 a 19% en el 2009. Y de unos cuantos casos aislados de mujeres primer ministro en esa época, hoy podemos hablar sin duda de un incremento notorio de las mismas y de que pocas serían las sociedades modernas donde una mujer no pueda aspirar con las mismas posibilidades de un hombre a la presidencia de su país.
Aún hablando de las guerras de los últimos 10 años, trágicas como sólo una guerra puede ser, han sido menores comparadas con los sangrientos conflictos de décadas o siglos anteriores. El número de conflictos así como de sus víctimas se ha mantenido declinando desde los fines de la guerra fría. Las víctimas de guerra han bajado 40% desde el año 2,000 a la fecha. En África Sub-sahariana murieron 46,000 personas en el año 2000. Para el años 2008, estas víctimas fueron 6,000.
Los gastos militares han sufrido también un descenso significativo, lo que demuestra también que ya no se percibe esa necesidad imperiosa de los años 60 y 70 de defenderse de enemigos artificialmente creados. Los gastos miltares, medidos como porcentaje del GDP son ahora la mitad de lo que eran en los 90. En Europa por ejemplo, los gastos militares de 1988 fueron superiores a $740 mil millones de USD, mientras que en 2009 sólo representaron $424 mil millones, todavía una cifra insultante ciertamente, pero en descenso. Comparado con los 100 millones de personas asesinadas por la humanidad en el siglo XX, la última década parece ser la más pacífica de toda la historia.
De nuevo, todo esto es difícil de entender ante la avalancha de información en tiempo real que experimentamos hoy en día. Este exceso de información hace resaltar las tragedias como únicas y casi apocalípticas, lo que sin duda incrementa el rating de las cadenas televisivas. Hoy en día una semana de información del New York Times contiene más información de la que recibía una persona promedio en el siglo XVIII en toda su vida y el último año de la humanidad generó más información que en los últimos 5,000 años de la misma.
Por otro lado, nuestra actividad destructiva del medio ambiente ha acelerado la tasa de extinción de numerosas especies animales y vegetales, lo que suma tal vez cerca de 50,000 especies al año. Pero incluso en este rubro existen buenas noticias. La sustentabilidad es ya un tema de agenda recurrente en las cumbres de los países y se estima que gracias a la gradual pero sensible disminución en la emisión de clorofluorocarbonos, para el año 2015 el agujero en la capa de ozono del Antártico pudiera haber disminuido en casi 400 mil millas cuadradas. 
Además, la tecnología nos plantea un futuro más limpio sin un sacrificio en las comodidades de vida ya ganadas. Y no solamente en esto ha impactado la tecnología. Hoy en día existen más de 4,000 millones de suscriptores a un servicio de telefonía celular, cuando al inicio de la década eran tan solo unos $750 millones. Como podrá comprender rápidamente, el teléfono celular no es únicamente usado para llamar y comunicarse con las personas. Su uso es mucho más amplio y va desde educación, transacciones más seguras y económicas, servicios financieros, Internet, etc.
Y claro, es probablemente la tecnología la más responsable de la diferencia entre un real progreso de la humanidad y una percepción compartida globalmente de que la humanidad está empeorando, porque gracias a la misma vivimos en tiempo real las grandes tragedias lo que nos hace generalizar y pensar que todo es igual.
Quiero ser optimista y realista al mismo tiempo y aunque los progresos existen, la lucha debe continuar para eliminar el sufrimiento, todavía presente en grandes sectores de la humanidad.
Ahora bien, vayamos un momento a nuestras vidas personales y sus dramas particulares. Para mí, todo el recuento anterior de progreso y mejoras representa que detrás del imperfecto ser humano existe una plan Universal de evolución, superior a toda la capacidad destructiva del ser humano.
A pesar de todos nuestros intentos por estropear este regalo, la vida, parece que no vamos a ser capaces después de todo de conseguirlo. Y más todavía, yo creo que este plan Universal de superación está también detrás de Usted.
Le deseo de todo corazón que en el 2011 se rinda a este plan, que lo deje trabajar sin interferencias de su parte. Ríndase a la vida y a la maravilla de estar vivo. Nuestra tragedia, como dice Eckhart Tollé, es que nuestra mente se encuentra atrapada entre el pasado y el futuro, dominando nuestro presente del que nos alejamos irremediablemente.
Si pudiéramos, y podemos, centrarnos momentáneamente en el ahora y en el aquí, veríamos con claridad suprema que nuestros problemas no existen. Y es en este punto en el que el plan de nuestra salvación y nosotros somos uno mismo. Es ahora cuando podemos contemplar la vida como una hermosa y espléndida oportunidad de aprender y crecer.
Siéntase agradecido porque si Usted estuviera ante un escaparate de un gran centro comercial y le dieran a escoger en qué época de la humanidad desea nacer, probablemente seleccionaría el inicio del siglo XXI, pero eso no hace falta porque en esa parte nació.
Feliz Navidad y año nuevo.
Francisco Cáceres Senn
Fuente: Foreingpolicy.com

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