"Todo el mundo debería estudiar a las hormigas tienen una extraordinaria y sorprendente filosofía, que se compone de cuatro actitudes ante vida extremadamente poderosas."
Cuando se trata de enseñar a los niños, o inclusive a
jóvenes universitarios, utilizo un concepto simple pero muy poderoso que
aprendí de Jim Rohn. Jim fue un
conferencista profesional y hombre de negocios que expuso sus ideas en más de
60 países del mundo ante audiencias de miles de personas.
¿Cuál es este poderoso concepto? Se trata de la filosofía de
la hormiga. Yo creo que todo el mundo
debería estudiar a las hormigas. Tienen
una extraordinaria y sorprendente filosofía que se compone de
cuatro actitudes
ante la vida extremadamente poderosas. Esto son los cuatro principios de la
filosofía de la hormiga.
1. Las hormigas nunca se rinden: Cuando se encuentran con un
obstáculo en el camino, no se detienen y dan vuelta para regresar al nido. No,
nada de eso. Muy al contrario, lo rodearán, saltarán, pasarán por debajo o
simplemente, buscarán otro camino. Que
extraordinaria filosofía, la de nunca renunciar, buscando cualquier camino para
llegar a donde se supone que debo llegar.
2. Las hormigas
piensan en el invierno todo el verano. Esto es una perspectiva muy importante.
No puedes ser tan ingenuo de pensar que el verano durará
eternamente. Las hormigas estarán en
medio del verano, consiguiendo comida para cuando llegue el invierno. Una
historia muy antigua cuenta que “no construyas tu casa en arena en el verano”.
Es fácil engañarse, dado que los seres humanos tendemos a actuar como si lo
bueno nunca se fuera a acabar. ¿Por qué
necesitamos este consejo? Porque es
importante pensar con anticipación en los probables eventos que nos puedan
ocurrir en el futuro. En verano, tienes
que pensar en tormenta. Tienen que pensar
en las rocas, al mismo tiempo que disfrutas del sol y de la arena. Esto te hará entender que el verano no dura para siempre y estarás consciente de que ahora tienes pero mañana puede que no. Te hará consumir con más precaución.
3.-Las hormigas piensan en el verano todo el invierno. Y
este principio, quizá sea de los más importantes. Durante el invierno, las
hormigas se recuerdan a sí mismas: “Esto no puede durar eternamente; pronto
estaremos fuera de este momento duro”. Y en cuanto llega el verano, con su
primer día de calor, las hormigas salen de sus nidos. Las hormigas saben que,
en la naturaleza, no existen dos inviernos seguidos ni dos noches seguidas, así
que trabajan sabiendo que el amanecer de sus vidas está cerca.
4.-El último principio de la filosofía de las hormigas es
fundamental para entender la idea de prosperidad. ¿Cuánto recolectan durante el verano para
prepararse para el invierno? Tanto como les es posible. No piensan: “ya con
esto salgo o ya hice mi parte con la que me conformo” ¡Qué increíble forma de
pensar! Es la filosofía de tanto como me
sea posible.
Caramba, vaya una gran filosofía para hacerla propia –la
filosofía de las hormigas. Nunca rendirse, mirar hacia delante con previsión,
mantenerse positivo en los momentos duros y hacer todo lo que sea posible.
Como Coach, uno de mis primeros trabajos es identificar y
ayudar a identificar cuáles son los retos por los pasan que mis clientes en un
momento dado. Necesito saber con precisión si están en verano o invierno, si
está delante de una gran roca o si está entrando en el fanganoso terreno de la
conformidad, aquel en el que nos decimos cosas como “yo no sé si quiero crecer
más” o “ya tenemos suficiente con lo que tenemos”.
A lo mejor esperarías un consejo mucho más técnico o
academicista de un Coach, pero a veces, la respuesta está más cerca de lo que
creemos. Y es más pequeña de lo que pensábamos. Del tamaño de una hormiga.
Por Francisco Senn
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