martes, 10 de julio de 2012

España gana la eurocopa, ¿y qué?

A ver, con mucho respeto a los españoles, ¿Y qué?

Los problemas de España no se arreglan con la Eurocopa. Vamos, es más que obvio. Y como me dijeron muchas personas en su momento “Mi vida no cambia con esta victoria”.

Bueno, pues a estos últimos les puedo decir…
Que desde un punto de vista de desempeño personal están muy equivocados.

“Al pueblo, pan y circo”, también he escuchado esta frase con cierta frecuencia.

No dudo que existan intenciones manipulativas del pueblo en los gobiernos, también tengo mi parte de paranoico. Ni es el propósito de este artículo discutirlo. La gran conspiración universal por el nuevo orden mundial no está en mis miras en este momento.

De lo que quiero hablar en este instante es
del efecto positivo que tiene la victoria de España en la Eurocopa en los españoles, como la tendría el de la selección mexicana en los mexicanos, o el de la inglesa en los ingleses.

“Es sólo un juego”, parezco escuchar en estos instantes. “Hay mil cosas más importantes”, me retumba en los oídos.

Esto es tan indiscutible como que el dinero no produce la felicidad. Ya lo sé. Y aún cobro dinero por lo que hago. Y es que la felicidad no está en el dinero ni en el no dinero.

Es que rico no voy a ser feliz pero es que pobre tampoco. Vamos, que tengo muy claro que la felicidad y todo lo demás están separados. Y pasa lo mismo con la victoria de España.

Que España gane un torneo, o dos, o tres, como es el caso, no cambia nada en mi vida pero me hace sentir bien. Y sentirse bien es la clave de todo. Vale, es mejor sentirse bien por cosas más significativas, pero esta es la que tengo en este momento. Cualquier excusa es buena para sentirse bien.

¿Qué pasa cuando me siento bien, eufórico, en éxtasis? Muchas cosas y todas buenas.

Cuando me siento bien libero mis recursos intelectuales y físicos. El cerebro, afortunadamente, no distingue entre sentirse bien por estupideces o sentirse bien porque le dieron el premio Nobel a la Madre Teresa de Calcuta.
Y cuando libero mis recursos realizo mejores acciones, que me llevan inevitablemente a mejores resultados. Iniciando de este modo un ciclo reforzador sin fin que me va a permitir cambiar positivamente mi vida.

Sociológicamente hablando sabemos que esto no le va a pasar a todo el mundo, pero sí a los suficientes como para que una victoria deportiva de esta trascendencia equivalga a casi dos puntos de crecimiento en el PIB.
Y esto es sin considerar todos los efectos que por similitud de identidad se producen mejorando sustancialmente las autoestimas de los habitantes del país ganador.  Algo de los que han ganado también tengo yo. Y puede parecer un engaño, pero como en el fondo es verdad absoluta, como en el fondo compartimos con el resto de la humanidad todo aquello que nos hace ganadores, pues funciona igual de bien. Es únicamente que al ganar el equipo de nuestro país, nos recuerda lo que siempre ha sido verdad, que somos grandiosos por naturaleza pero en algún obscuro momento olvidamos.

Lo que quiero recomendarte es que te sientas bien por lo que sea, mientras no dominas el arte de sentirte bien a voluntad. Cuando domines esta técnica, entonces la victoria de la selección española te será irrelevante, mientras úsala como excusa si hace falta, pero siéntete bien.
Porque cuando te sientes bien haces mejor las cosas y obtienes mejores resultados. En tu vida, en el país en el que vives, haya ganado o no la Eurocopa.
Piensa en ello,
Francisco Cáceres Senn

1 comentario:

  1. Hasta los maestros tienen derecho a equivocarse, lo que los hace grandes consiste en reconocer sus errores y rectificar a tiempo.

    Si nos centrásemos en la Felicidad Interior Bruta de los pueblos estoy convencido de que el dinero caería de su altar y el fútbol volvería a ser simplemente un deporte despojado de su parte cirquense.

    Siento disentir de modo tan franco, espero se entieda como un ejercicio de dialéctica que enriquece a quienes en ella participan. Sé que no hablo desde la posesión de la verdad absoluta, y reconociendo mi perspectiva bastante minoritaria, la defiendo con convicción, no sin estar abierto a aceptar matices o, incluso, argumentos que me hagan variar mi juicio.

    Aprovecho, para felicitarle por los textos que hasta ahora he ido leyendo, los cuales considero de una gran utilidad para el desarrollo personal.

    Atentamente:
    M. A. R.

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