martes, 3 de marzo de 2009

"Y ¿dónde está la solución.?"

Hay veces que nos lo han dicho casi hasta el cansancio.

 

Y se nos continua olvidando.

 

Es como educar a un niño. ¿Cuántas veces se necesita repetirle algo para que se lo aprenda? Inclusive algo tan simple como "El pantalón se lleva en la cintura, no a la mitad de los glúteos".

 

Y es como si no oyera, ¿cierto?

 

Y la historia no acaba en la adolescencia. Como al niño o joven, a los adultos les tenemos que repetir las cosas unos cientos de veces, o las que sea necesario. Hay que repetirlas con amor y cariño, sin reproche, pero repetirlas al fin.

 

Tantas veces como sean necesarios hasta que las creemos ciertas y es entonces cuando empiezan a manifestarse en nuestras vidas. Me refiero a asuntos tan triviales como la prosperidad.

No importa cuantas veces escuchemos que la prosperidad está por dentro de nosotros, que venga Gandhi y nos diga una y otra vez "Sé el cambio que quieres ver en el mundo". Que Paulo Cohelo se desgañite gritándonos al oído que El Alquimista es el que está dentro de ti. Y Anthony Robbins confrontándonos con la realidad de que tenemos que Despertar al Gigante Interior

Y nada.

Escucho a Ronda en su extraordinario audio del libro El Secreto diciendo que engordar no es producto de lo que comemos sino de nuestros pensamientos. Como todo lo demás que rodea nuestras vidas.

Y no es que no lo comprendamos, sino que simplemente llevamos demasiado tiempo viviendo en esta trampa ilusión de que las cosas suceden sin nuestra intervención.

Y lo más importante es que no te puedo demostrar que así es, porque no es demostrable. Sólo puedes llegar a vivirlo si crees en ello.

¿La idea? Tú construyes tu mundo con tu atención. Aquello que recibe tu atención se convierte en tu experiencia cotidiana. En el libro "Y tú, ¿qué &%$# sabes?" el Dr. Andrew Newberg nos dice que probablemente nunca podamos darnos cuenta de que realmente vivimos en una experiencia holográfica, dado que somos parte de la experiencia en sí.

Pero a lo mejor, desde tu interior, una vocecita aún pequeña pero existente, te dice de alguna forma que todo esto es cierto, que nosotros creamos nuestra realidad. Sí, esta realidad de crisis económica ha sido creada en tu vida por ti. Aunque sientas al recibir información del exterior que todo esto te está pasando, lo cierto es que no es así. Tú lo estás haciendo pasar.

Así que este es el momento de empezar, o continuar si es el caso, de trabajar en ti. Modifica tu interior o no habrá manera alguna de que escapes de la trampa en la que estás metido.

Como dice Wallace Wattles en su fenomenal libro "La ciencia de hacerse rico", "Si quieres vivir la experiencia que te comparto en este libro, mantente recibiendo y en contacto con este mismo tipo de información y aléjate de cualquier información que te diga lo contrario de lo expresado en este libro".

Y Wallace sabe muy bien por qué lo dice.

Tal vez sea momento de otra frase también famosa:
"Buscad primero el reino de Dios y su justicia y el resto se os dará por añadidura" Mt, 6: 33.

No te dejes llevar de las apariencias. La única realidad que existe es que puedes cambiar tu mundo y cualquier cosa que represente lo contrario a esta idea es apariencia, no verdad.

Pon esta semilla en tu corazón y estarás cosechando mucho más de lo que en este momento puedes imaginar. Y si sientes que de alguna forma todo esto que te cuento tiene sentido más allá de las apariencias, vas por el camino correcto. Sigue el dictado de tu corazón que te dice que la respuesta está más cerca de lo que parece y la hallarás sin duda.

Piense en ello.

Francisco Cáceres Senn

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu participación