jueves, 29 de octubre de 2015

¿En qué nivel evolutivo está?

Recuerdo haber leído en un libro del difunto Wayne Dyer acerca de los niveles evolutivos de la conciencia y recuerdo haberme impresionado de su profundidad. Conforme han pasado los años y los he trasmitido cientos de veces en mis cursos, más he ido comprendiéndolos y aceptándolos como una muy buena, simplificada por supuesto pero muy útil, manera de entender en qué nivel evolutivo andamos.
¿Cuáles son estos 3 niveles evolutivos? Antes de explicárselos, déjeme decirle que, como Coach, este es uno de los principales elementos que uso al entrar en contacto con mis clientes. Si bien no les pregunto directamente, no sabrían qué responder, trato de darme una idea rápida de su nivel evolutivo porque esto determina el tipo de soluciones que están dispuestos a escuchar y, más allá todavía, qué cosas están dispuestos a hacer para solucionar sus problemas y alcanzar sus metas.
En términos prácticos, y algo atrevidos desde luego, se podría incluso hablar de niveles evolutivos de una sociedad, de un país, de una región, etc. Por ejemplo, siendo 1 el nivel evolutivo más básico y elemental y 2 y 3 los niveles siguientes, siendo 3 el más elevado, España podría clasificarse en
un nivel 2 incipiente, y tendría argumentos para sustentar mi clasificación. No pienso dar mi estimación acerca de ningún otro país para evitar comparaciones odiosas, pero usted puede, una vez que le explique cuáles son los 3 niveles y qué significan, formarse su propio juicio tanto acerca de usted mismo como del país en el que vive.
Y, de nuevo, como Coach, una vez que mis clientes han tomado conciencia del nivel evolutivo en el que están, tarea nada sencilla, mi trabajo es indicarles y darles herramientas efectivas para subir al siguiente nivel.
Con los años, he llegado a encontrar un enorme paralelismo entre los 3 niveles de evolución personal y el dominio del cambio. Cuando un político realiza propuestas me es sencillo darme cuenta de en qué nivel evolutivo está situado y, por definición, no puede proponernos nada que nos lleve a donde él o ella no están, si bien en todos sus mensajes, la palabra cambio aparece más frecuentemente que ninguna otra.
Veamos los 3 niveles y no se preocupe si de entrada no le quedan del todo claros. Dele tiempo a su conciencia. Lo más probable es que la noche inmediata posterior a leerlos, utilice su sueño para interiorizarlos e integrarlos en su inconsciente, descubriendo los siguientes días de una manera fácil en qué nivel está.
Nivel 1, Evolución por Sufrimiento. En este nivel básico la vida y sus experiencias representan sufrimiento y nos movemos fundamentalmente para evitarlo o disminuirlo en lo posible. El cambio nos llega y, casi en su totalidad, cuando ya no queda más remedio que cambiar, por lo cual es sistemáticamente doloroso y complicado.
No nos sentimos en control de nada y, con frecuencia, nos ocurren cosas inesperadas y dolorosas. Cuando reaccionamos a las mismas, podemos llegar a conductas no del todo éticas, todo siempre en aras de evitar el dolor que estamos viviendo. De manera inevitable, el librarnos de nuestro sufrimiento en ocasiones implicará sufrimiento en otras personas. Simplemente les diremos “Lo siento” y seguiremos adelante. Buscaremos siempre que alguien externo nos saque de donde estamos, nos resuelva el problema. Y si nada sucede, tendremos siempre a quién echarle la culpa de nuestras desgracias.
Las empresas que se encuentran en esta etapa responden al modo de “cambio por crisis”. Es decir, sólo las grandes crisis les hacen cambiar y buscar otros caminos. Con frecuencia, cuando el nuevo camino es descubierto es ya muy tarde.
En este nivel el miedo forma parte de todo nuestro proceso de decisiones y, si es necesario, mentiremos para salvarnos o conseguir lo que queremos.
En general el cambio nos sucede y reaccionamos al mismo de maneras frecuentemente violentas o neuróticas. La pregunta típica de este nivel es “¿Por qué a mi me pasan estas cosas? ¿Por qué yo, que no he hecho nada malo, que no me lo merezco?” Ante preguntas estúpidas, la vida solo puede darnos respuestas estúpidas (“no tengo estudios”, “las conspiraciones mundiales”, “la falta de oportunidades para la gente como yo”, “soy calvo y gordo”, “el gobierno, los políticos”, etc.). Otra pregunta típica es “¿Cómo me libro de estos problemas, sufrimientos, situaciones malas?”.
¿Cómo pasar al nivel 2? Hacerse esta pregunta ya representa la entrada al siguiente nivel y requiere de un proceso completo de cambio de pensamiento, difícil de expresar en este artículo en pocas palabras, pero sí le puedo decir que empieza con estudiar el nivel 2 y entenderlo. Desde luego, en este nivel un Coach tiene pocos o prácticamente ningún cliente, lo que nos lleva al nivel en que ya empezamos a tener algo de trabajo de Coaching.
Nivel 2, Evolución por Resultados. Es el nivel de las metas y objetivos, el de conseguir cosas o logros. Mil veces mejor que el nivel anterior, sigue siendo insuficiente para experimentar plenitud, satori o “la gloria”. Si la humanidad en promedio se encontrase en este nivel, ya tendríamos resueltos muchos de nuestros grandes problemas.
En el nivel 2, los cambios nos siguen sucediendo pero nosotros buscamos formarnos, aprender para adaptarnos al cambio. Aceptamos la responsabilidad personal en la búsqueda y logro de nuestras metas y nos podemos mover desde una aceptación limitada a una aceptación total. Desde culpar de ciertas cosas que nos ocurren a los demás hasta haber eliminado totalmente la culpa. Y la queja, ¡Ay la queja! Quejarnos, costumbre muy española por cierto, es una prueba fehaciente del nivel en el que estamos. Queja total, nivel 1. Queja selectiva, ya empezamos en el 2 pero aún falta… y mucho.
 
Pienso que la reacción propia de este nivel al cambio es la adaptación. Hoy asistía a un curso en el que nos insistían en que los emprendedores tenían que saber adaptarse al cambio como una clave para el éxito. Y todos los ejemplos de grandes emprendedores que usaron fueron de personas que no se adaptaron al cambio, lo generaron. Este es un error común.
Las personas en el nivel 2 están ya más orientadas al resultado al logro. Buscan conseguir las cosas, aunque todavía podemos encontrar algunos y algunas que tuercen el sentido de la ética y de la moral en aras de conseguir lo que buscan. Desde luego, esto último indica un nivel de conciencia más de nivel 1 que de 2, con todo y objetivos bien definidos.
Las empresas en este nivel se administran, como decía Deming, por “los números visibles” y no tanto por las oportunidades. El resultado a corto plazo manda sobre las visiones de futuro que, a pesar de existir, todavía no ejercen un grado de influencia grande en el comportamiento de la organización. Tratan de adaptarse a un mundo cambiante con formación y cierto grado de prevención, pero están todavía más orientados a corregir y resolver problemas que a prevenirlos.
 
En el nivel 1 la mente de las personas está principalmente en el pasado, en este nivel, está más orientada al futuro, pero todavía lejanos de disfrutar el presente. Como consecuencia de ello, llegamos a viejos con dinero pero sin la salud para disfrutarlo. A veces sin la compañía. A veces sin ambos. A veces sin los tres: salud, compañía y dinero. Pero en general, las personas en el nivel 2 están dispuestas a sufrir por alcanzar algo, un resultado. Como podemos comprender, tampoco es el nivel de la felicidad ni de la gloria. Estamos lejos de la magia y del control de nuestros destinos, si bien, ya hemos empezado. El miedo existe, pero a pesar del mismo nos movemos.
 
La pregunta típica de este nivel es “¿para qué me pasa lo que me pasa? O “¿cómo me sirvo de lo que me está pasando para alcanzar mis objetivos?” o “¿qué puedo aprender de lo que me sucede, de estas experiencias?”. Sin duda, un Coach puede empezar a ser útil en este nivel. No hace falta que sea un gran Coach; uno experimentado en procesos o métodos de logro de objetivos, de resultados, es suficiente y adecuado en este nivel.
 
¿Cómo seguir evolucionando? Muchas personas experimentan que al conseguir todo y no encontrar en ello la felicidad debe de haber algo más, debe de haber cosas más importantes que los objetivos. Están en lo cierto, por eso, estudiar el siguiente nivel nos puede ayudar a transcender el nivel 2.
Nivel 3, Evolución por Propósito. Estamos aquí por algo, por una misteriosa razón que ni siquiera hace falta conocer, porque lo importante es estar aquí. Todo sucede por una causa o razón, nada es casual. Tengo objetivos como una intención, como un deseo de crecer a mi pleno potencial y disfruto del viaje, no del destino. Entiendo que el propósito de los objetivos no es conseguirlos sino el crecimiento que me dan. No es lo importante lo que consigo sino en quién me convierto, en quién me transformo.
He superado el apego y entiendo que todo lo que gano es perecedero, pasajero. Mis emociones y sentimientos ya no dependen de los logros. No hace falta lograr esto o aquello para sentirme satisfecho o feliz. Entiendo el mundo como una manifestación de mi ser y sé que si quiero cambiar el mundo, debo de cambiar yo primero.
El cambio es dominado y generado por mi. Yo soy el cambio, nunca más un ser que vive el cambio. Como dice “Soc” (Nick Nolte) en la película “El Camino del Guerrero”, “todo es cambiante, nada permanece”.
Las empresas que están en este nivel solo viven para sorprender a los clientes, para lograr su lealtad. Se encuentran en un continuo proceso de cambio e innovación, mejorando procesos, información y sistemas. Responden ante la oportunidad y ya no ante la crisis y cambian para alcanzar las nuevas oportunidades de mercado. Los empleados de estas empresas se sienten con autoconfianza y poder, deleitándose al atender a clientes y proporcionar soluciones.
La pregunta típica y propia de este nivel es “¿Cuál es el propósito de todo lo que me pasa?”. La felicidad está en los más mínimos detalles y siempre aquí y ahora. El trabajo no se acaba ni se acabará nunca, pero ya no se ve como “trabajo” sino como propósito, como una vida con sentido.
En este nivel lo material no deja de ser importante, al contrario, todo es importante. Las posesiones se disfrutan porque ya no existe el apego ni el miedo a perderlas. Tenemos frecuentes sensaciones de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Alcanzamos estados de flujo con cierta frecuencia y somos extraordinarios en lo que hacemos, no por nuestra preparación sino por nuestra entrega. La persona del nivel 3 necesita y busca un Coach pues en su vida todo es aprendizaje y un Coach está en todos lados, aunque no cualquiera es un Coach para un nivel 3.
Y ahora, ¿en qué nivel evolutivo cree usted que está? Si leyó este artículo, le aseguro que no está en el 1.

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