miércoles, 26 de junio de 2013

Por qué los optimistas ganan más veces que los pesimistas.


Según los psicólogos, pensar positivamente acerca de algo que se desea puede ayudar a que se consiga.

Simplemente anticipar un final positivo, pudiera activar circuitos ocultos en el cerebro que dirigen nuestras decisiones y nuestra percepción hacia el resultado esperado facilitándolo notablemente. De hecho, pensar positivamente en un desenlace feliz actúa de manera similar a una auto hipnosis o a implantar sugestiones en nuestra mente.

Dos psicólogos de la University of Victoria, New Zeland descubrieron que: 'Una vez que anticipamos un resultado posible, este pensamiento desatará las conductas y los patrones de decisiones que lo traerán  a nuestra realidad subjetiva".

No hace magia, evidentemente, y sin embargo los investigadores encontraron que las sugestiones tienen más poder del que pensamos, tanto en nuestras conductas como en los resultados finales.

Estos investigadores encontraron que si una persona pensaba que una copa de vino permitiría que se desenvolviesen con más confianza en una fiesta, así resultaba. Según sus estudios, el efecto de la creencia era superior al del verdadero efecto de la copa de vino. La sorpresa se dio cuando se obtenía el mismo resultado con copas de vino sin alcohol, sin que los sujetos del experimento fueran conscientes de ello. Estaban convencidos de que estaban ingiriendo alcohol y el efecto fue el mismo que si lo hubieran ingerido realmente.

Los Psicólogos Maryanne Garry y Robert Michael de Victoria University en New Zealand junto con Irving Kirsch de Harvard, encontraron resultados muy similares al estudiar el poder de las sugestiones.

Muchos estudios demuestran inequívocamente que una sugestión deliberada influye en cómo la gente se desempeña, en qué decisiones toma, en qué productos compra e incluso en cómo responde a los tratamientos clínicos o a las medicinas.

Incluso las sugestiones no deliberadamente puestas en nuestra mente tienen el mismo efecto. Muchos investigadores, sin saberlo, guían los resultados de sus experimentos hacia el desenlace que ellos ya creían como el más posible desde el inicio, lo que pone en duda cualquier resultado obtenido, incluso el de estos investigadores.

Este es un clásico ejemplo de lógica imposible. Si las sugestiones funcionan entonces el resultado del experimento es cierto, pero si este resultado fue influido por las sugestiones no deliberadamente impuestas por los investigadores, el resultado es falso, lo que lo hace cierto.

De nuevo, la frontera entre la realidad y la experiencia se desvanece en nuestras vidas.

Por si acaso, quisiera comentar que cada día que pasa, estamos mejor y mejor en España.

Aunque si dices lo contrario, también estarás en lo cierto.