Según los psicólogos, pensar positivamente acerca de algo
que se desea puede ayudar a que se consiga.
Simplemente anticipar un final positivo, pudiera activar
circuitos ocultos en el cerebro que dirigen nuestras decisiones y nuestra
percepción hacia el resultado esperado facilitándolo notablemente. De hecho,
pensar positivamente en un desenlace feliz actúa de manera similar a una auto
hipnosis o a implantar sugestiones en nuestra mente.
Dos psicólogos de la University of Victoria, New Zeland
descubrieron que: 'Una vez que anticipamos un resultado posible, este
pensamiento desatará las conductas y los patrones de decisiones que lo
traerán a nuestra realidad
subjetiva".
No hace magia, evidentemente, y sin embargo los
investigadores encontraron que las sugestiones tienen más poder del que
pensamos, tanto en nuestras conductas como en los resultados finales.
Estos investigadores encontraron que si una persona pensaba
que una copa de vino permitiría que se desenvolviesen con más confianza en una
fiesta, así resultaba. Según sus estudios, el efecto de la creencia era
superior al del verdadero efecto de la copa de vino. La sorpresa se dio cuando
se obtenía el mismo resultado con copas de vino sin alcohol, sin que los
sujetos del experimento fueran conscientes de ello. Estaban convencidos de que
estaban ingiriendo alcohol y el efecto fue el mismo que si lo hubieran ingerido
realmente.
Los Psicólogos Maryanne Garry y Robert Michael de Victoria
University en New Zealand junto con Irving Kirsch de Harvard, encontraron
resultados muy similares al estudiar el poder de las sugestiones.
Muchos estudios demuestran inequívocamente que una sugestión
deliberada influye en cómo la gente se desempeña, en qué decisiones toma, en
qué productos compra e incluso en cómo responde a los tratamientos clínicos o a
las medicinas.
Incluso las sugestiones no deliberadamente puestas en nuestra
mente tienen el mismo efecto. Muchos investigadores, sin saberlo, guían los
resultados de sus experimentos hacia el desenlace que ellos ya creían como el
más posible desde el inicio, lo que pone en duda cualquier resultado obtenido,
incluso el de estos investigadores.
Este es un clásico ejemplo de lógica imposible. Si las
sugestiones funcionan entonces el resultado del experimento es cierto, pero si
este resultado fue influido por las sugestiones no deliberadamente impuestas
por los investigadores, el resultado es falso, lo que lo hace cierto.
De nuevo, la frontera entre la realidad y la experiencia se
desvanece en nuestras vidas.
Por si acaso, quisiera comentar que cada día que pasa,
estamos mejor y mejor en España.
Aunque si dices lo contrario, también estarás en
lo cierto.